Cada vez hay menos investigadoras en España

Por Fat
Hace mucho que las mujeres se incorporaron a la vida laboral de forma masiva, pero la desigualdad en los salarios y puestos directivos es aún una realidad. Una situación equiparable a la del campo científico y académico, donde hay pocas catedráticas, investigadoras o científicas titulares. Gracias a las políticas diseñadas para cerrar esta brecha de género, las cifras han mejorado, pero la carrera profesional sigue siendo un viaje contracorriente para muchas chicas.
En 2008, en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) el 59% de los becarios era mujer. Sin embargo, a medida que se ascendía en la escala laboral, la representación caía hasta el 22% entre los profesores de investigación (equivalente a catedrático).
Aunque la diferencia es ostensible, un informe de este organismo destaca que el porcentaje ha crecido un 7% desde 2002 y 10 puntos en una década, un aumento que "nos hace ser optimistas", asegura su presidente, Rafael Rodrigo, en el citado documento.
-El peso de los estereotipos
La representación femenina "ha mejorado pero despacio", explica a ELMUNDO.es Flora de Pablo, Profesora de Investigación del Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC. "Las políticas puestas en marcha para disminuir estas desigualdades han tenido efecto, pero aún existen grandes diferencias. Lo que subyace es que, tradicionalmente, el progreso es entre dos y tres veces más difícil para una mujer que para un hombre", asegura.
Por eso, a pesar de la amplia presencia de las mujeres en las facultades, la dominancia científica sigue perteneciendo a los cromosomas XY. La explicación a esto no se conoce con exactitud, pero hay pistas que apuntan en una dirección concreta. "Hace unos años -señala de Pablo- se estudió el ambiente familiar de las mujeres de éxito en España. Lo que se observó es que eran hijas únicas o primogénitas, que contaban con el apoyo expreso de su padre o pareja".
La estimulación que reciben las chicas en su infancia y adolescencia es un elemento clave, según esta investigadora. Y es bastante frecuente que se dirija preferentemente a los varones. El resultado es que muchas mujeres no encuentran motivos para seguir con sus carreras.
"No es sorprendente que en un mundo con enormes estereotipos haya chicas que tiren la toalla antes casi de empezar", asegura de Pablo. "A nadie le apetece ir contracorriente; no vale la pena trabajar en un ambiente así, ni en la investigación ni en el deporte ni en nada".
-Educación que marca la diferencia
El campo de las matemáticas y sus disciplinas derivadas (computación, física, química...) es uno de los más elocuentes. En él, aún se observa una clara brecha entre ambos sexos que, según un trabajo publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences' no se puede achacar a las causas típicas que gobernaban hace unos años.
El desigual acceso a los recursos y a los puestos de trabajo y las dificultades para publicar en las revistas científicas ya no son motivos por los cuales las féminas se quedan atrás en sus carreras. Al menos en EEUU. "Esta situación está provocada fundamentalmente por las elecciones que toman las mujeres, tanto libremente como obligadas por la biología y la sociedad", señalan los autores del trabajo.
Esta "obligación" tiene mucho que ver con la familia y los hijos, un aspecto que, según la investigadora del CSIC, "se valoran como una carga para ellas y como un punto a favor para ellos, ya que se tiene la imagen de que los hombres casados son más responsables mientras que las mujeres tienen menos tiempo".
Aún así, asegura de Pablo, todo esto "no justifica lo que les está costando llegar [alto] a las mujeres. Hemos avanzado, pero mucho menos de lo que pensamos y en España aún no lo hemos logrado". Las mujeres lo siguen teniendo más difícil.
**Publicado en "El Mundo"