La experiencia fue en Le Procope, el más antiguo café-restaurante de París, data de 1.686, y es uno de los más famosos del barrio Latino. La leyenda del café dice que por allí pasaron Voltaire, Rousseau y Diderot. Varios salones clásicos, sobretodo en la parte de arriba, a cada cual más recargado. A nosotros nos colocaron en la parte inferior, en una cómoda mesa redonda, donde estuvimos de lujo 5 adultos, dos niños y un carro.
Y una vez acomodados nos pusimos manos a la obra con los entrantes. (para que podáis comparar con los precios de aquí os indicaremos el valor de cada plato):
- Foie Gras (20,90). Porque estando en Francia era ineludible, aunque luego no resultaba tan bueno.
- L'Ècallier (20,90): una bandeja de ostras, almejas y caracoles. Todo crudo por lo que, con la excepción de las ostras tampoco triunfó demasiado.
- Gratinee (8,70): Sopa de cebolla gratinada con queso
Para los platos principales división de elecciones entre carnes y pescados:
- Cabillaud: bacalao (31,70€)
- Saumon Pave: salmón (24€)
- Tartare boeuf (steak tartare 25€)
- Filet de bœuf des “Révolutionnaires” (43,70). Un plato para reventar, según explicaba la carta consistía en un solomillo con foie y carrilleras. Lo pedí pensando que era un plato con todo junto y luego resultó que eran dos platos. Primero un solomillo con foie y luego un contundente plato de carrilleras en salsa. Como plato es una maravilla pero hay que tener mucho apetito para terminarlo.
- Joue boeuf (21,50): carrilleras
Tienen menú infantil y aunque no somos muy dados a este tipo de menús que siempre son pasta, pollo, o similares en este caso lo pedimos ya que solo costaba 11 euros la bebida, una hamburguesa mala y dura y un helado gigantesco.
Para beber una Coca-Cola (5,80€), jarras de agua (en Francia se lleva bastante y no te ponen mala cara cuando pides jarra) y, aprovechando que por allí se estilan las medias botellas una de blanco y otra de tinto.
La nota final, sin postres y con 3 cafés (a 3,5€ cada uno) salió por 265 euros. Siendo París una ciudad por lo general cara para los restaurantes este no nos pareció excesivo considerando que es un lugar histórico.