Esta primera la pinté de blanco y con una cinta, un poquito de puntilla, dos pequeñas rosas y un trozo de tela de pizarra... preparada para guardar los botecitos de abalorios, y si un día cambio de idea, con un trapito y una tiza, lista para otro uso.
Y esta otra, aunque no se distingue muy bien, está pintada en malva, una telita mona y así ha quedado para guardar las telas.
A mí me gusta como quedan, y lo mejor es que se mantienen las telas ordenadas, que a veces es difícil. Creo que no van a ser las últimas...
Besos y que sigáis disfrutando del verano