Cada equis tiempo nos entra a las dos el mono, y no tenemos más remedio que hacer una incursión de urgencia en Ikea. De urgencia por la necesidad de visitarlo, de ver que hay de nuevo, de saber que cosas necesitaremos irremediablemente al verlas... Y, sin embargo, de las ultimas visitas, una antes del verano y la otra la semana pasada, lo único que nos hemos traído son plantas, ¡muchas plantas! Hemos convertido la tienda sueca en nuestro vivero particular. Orquídeas, helechos y otras muchas de cuyo nombre no queremos acordarnos (ni idea, vamos), adornan nuestra casa como sólo la naturaleza sabe hacerlo, mientras nos afanamos con verdadero entusiasmo en su cuidado. Buscarles la mejor orientación, no pasarnos ni excedernos con los riegos, algo de buena música y un bonito soporte. Como los cajones que hoy os mostramos, sorprendente contenedor para conformar un tandem de delicada belleza. Foto Foto Foto Foto Foto ¡Todos los mimos son pocos para que ellas salgan adelante!