¡Hola soñadoras! ¿Qué tal empezáis la semana? Yo muy animada, se acercan las vacaciones y tengo tantas ganas de desconectar, que estoy con la motivación a tope. Bueno, eso y que este fin de semana ha estado genial, y ahora os cuento el motivo.
Nos fuimos a conocer una cala de la costa brava con mi familia, para ellos es un lugar habitual, pero yo era la primera vez que iba y me encantó, sin duda un lugar muy recomendable para los amantes de la tranquilidad, y para los que huyen de esas playas muy llenas, plagadas de edificios en primera línea de mar, con un sin fin de puestos que venden colchonetas y chiringuitos que ofrecen solo paella.
¿Dónde está la cala de Sant Francesc?
Estuvimos en la cala de Sant Francesc que está situada en la localidad de Blanes, primer municipio de la costa de Girona entrando por el sur.Una cala familiar y tranquila en la costa brava
Me sorprendió, porque acostumbrada a las playas más turísticas de Cataluña, esta es todo lo contrario. Esta ubicada en una zona urbanizada con viviendas familiares, pero rodeada de un paisaje rocoso con bosques de pinos, le dan un ambiente muy rural y acogedor. Desde la playa, se inicia un camino que permite rodear la cala rocosa de Sa Llapissada, desde donde se ven vistas increíbles con un precioso contraste de colores en agua del mar.¿De que servicios dispone?
La playa tiene un parking subterráneo gratuito para la temporada baja, y de pago en temporada alta, el precio es de 7€ para todo el día. Tiene pocas plazas para la gran demanda que hay los fines de semana en verano, así que es recomendable llegar antes de las 11 de la mañana.Hay varias duchas, un baño, y un acceso y zona para minusválidos en la arena, también un espacio dedicado al alquiler de hamacas.
¿Que se puede hacer en la playa?
La playa tiene una serie de grupos rocosos que permiten la práctica del snorkel a poca profundidad. Bajo las aguas transparentes se puede observar una amplia variedad de fauna y flora.Hay la posibilidad de alquilar patines con tobogán para 5 personas o kayac para uno o dos personas. Nosotros apostamos por el patín y nos metimos mar adentro durante una hora para descubrir la cala desde otra perspectiva. Aprovechamos para hacer las fotos que veis en este post, jugar, y hacer snorkel alejados de la muchedumbre.
¿Dónde comer?
En la propia cala está el restaurante Cala Bona donde comimos a mediodía, tienen una carta con platos y tapas típicas de la costa catalana, donde destaca la variedad de pescados, mariscos y la tradicional paella, aunque también puedes disfrutar de carnes a la brasa y tienen menú infantil. El mismo lugar tiene servicio de bar y venta de helados, así como unos baños de uso público para todos los visitantes de la playa.Mi look de playa no estuvo nada meditado, mi idea era simplemente disfrutar del la playa en familia, y llevé un estilismo muy básico con short blanco de hace mil temporadas, bañador de Calcedonia de la temporada pasada (el único que aún me sirve, estoy intentando renovar el armario a marchas forzadas!), y también llevé un top a rayas verticales de Lefties.
¡Espero que os haya gustado este post! Buscaba un contenido diferente para estos días de verano.