Según un artículo publicado en el British Medical Journal (BMJ 2010; 341:c4253), médicos cubanos están trabajando en Portugal en situación de poca transparencia tanto en lo que se refiere a su cualificación profesional como en lo relativo a su retribución económica. El autor de este artículo, el Dr. Tiago Villanueva, se hace eco de la reclamación del Sindicato Independiente de los Médicos (http://www.simedicos.pt/), sindicato médico portugués, con relación a un acuerdo entre los gobiernos de Portugal y Cuba mediante el cual 43 médicos cubanos han sido contratados para trabajar en diversos centros de atención primaria que no resultaban atractivos para los médicos portugueses y en consecuencia había una necesidad evidente de cubrir esas plazas.
Sin embargo, el primer problema que apunta el autor es el relativo a la cualificación real de esos médicos. Recuerda que la medicina de familia (en Portugal se llama “Medicina Geral e Familiar”) se considera una especialidad en Portugal, para la que existe un programa de formación de cuatro años. Traslada así las preguntas que se hace el secretario general de este sindicato, Joao Moura Reis, quien pregunta ¿dónde están sus títulos de especialista en medicina general y dónde está la prueba de reconocimiento de sus cualificaciones profesionales y de la Universidad en la que se formaron?
De igual forma, expone que estos médicos deben pasar una prueba de comunicación médica y un examen en una universidad portuguesa a fin de acreditar tanto sus conocimientos teóricos como sus habilidades prácticas antes de poder ejercer. El portavoz de este sindicato afirma desconocer si estos médicos cubanos pasaron efectivamente esta prueba y muestra su preocupación por la falta de transparencia en todo este proceso.
Se trata en este caso de un problema de salud pública ya que, aun en el supuesto de que hubieran pasado las pruebas y acreditado sus conocimientos, estarían llevando a cabo actividades que corresponden al perfil de especialistas cuando en realidad no lo son.
El segundo problema afecta a los propios médicos contratados cuya situación laboral califica este portavoz como de “esclavitud”. Según ha tenido constancia, el salario que perciben estos médicos por unas jornadas laborales de 40 horas semanales está por debajo incluso del salario mínimo profesional y, por consiguiente, muy por debajo del salario medio de los médicos portugueses que está en torno a los 2.500 euros mensuales. Sin embargo –y de este hecho se ha hecho eco también la prensa de aquél país- el gobierno portugués les está pagando un salario equivalente al de médicos portugueses –según ha reconocido Manuel Pizarro, secretario de Estado para la Salud, asegurando que el Estado portugués paga a estos médicos lo mismo que a cualquier otro médico portugués o extranjero, e igualmente les paga las horas extraordinarias que deban realizar.
El problema está en que este pago no se hace directamente a los médicos, sino a través de la Embajada de Cuba en aquél país, lo que el portavoz del sindicato ha definido como “estar haciendo negocio con otros gobiernos en materia de recursos humanos”. Por el contrario, desde la embajada de Cuba en Lisboa, la agregada de negocios en esta embajada, Ivette García González, ha declarado que los médicos cubanos desplazados a Portugal para trabajar según los términos de este acuerdo disponen de su propio sindicato cubano y hasta ahora no han formulado ninguna denuncia.
Reciben un salario inferior al salario mínimo de aquél país y además no hay constancia pública de que hayan pasado las pruebas de acreditación necesarias. Además –según se afirma en el artículo publicado en el British Medical Journal- la medicina general es una especialidad en Portugal y estos médicos estarían actuando como tales sin haber acreditado esta especialidad. Su situación laboral ha sido calificada de "esclavitud" por cuanto perciben un salario inferior al salario mínimo profesional de Portugal, a pesar de que el Gobierno portugués les pague lo mismo que a otros médicos; el problema está en que no les paga directamente sino a través de la Embajada.