Si has caído en la cuenta de que sueles ver los aspectos negativos de los acontecimientos, y no solo eso, sino que focalizas tu atención en los mismos y dejas de disfrutar de lo positivo, ha llegado el momento de cambiar el filtro.
Es tan sencillo como cambiar el hábito. Está bien ser conscientes de los peligros que nos acechan y ser un poco desconfiado, sobre todo en una sociedad como esta. Pero lo que de ninguna manera debe ocurrirte es que te encuentres siempre al acecho de todo lo malo que puede ocurrirte, de tal forma que no te atrevas ni a dar un paso, o que no disfrutes plenamente porque una parte de ti te dice que es imposible que todo vaya bien, que seguro que algo malo pasa o te acuerdas de momentos del pasado en que las cosas no fueron como tú querías.
Debemos adquirir el hábito de ver lo positivo en todo lo que nos sucede y aprender a disfrutar al cien por cien. No es algo que sale por sí solo, sobre todo si llevas mucho tiempo haciendo lo contrario. Requiere esfuerzo, sobre todo al principio, hasta que se adquiera el hábito.
Date cuenta de que el filtro que tienes ahora, si es tú caso, no es el adecuado y tampoco real, y cámbialo por uno que es más objetivo y te hará feliz a ti y a los que te rodean.