A través de los años todos hemos hecho cosas de las que después nos damos cuenta que no era lo mejor. La típica foto que no queremos ni ver y que nos preguntamos por qué nos dejaron salir así a la calle. Lo mismo, aunque en otro nivel, pasa con la ciencia.
He oído una y otra vez a gente quejándose de la pobre y poco entendida ciencia. "Un día dicen una cosa y otro día dicen otra, yo ya no les creo nada". Hay que entender un principio básico. No llegamos al mundo con un manual de exactamente cómo funciona nuestro cuerpo y cómo reaccionamos a todo lo que comemos, olemos, vemos, pensamos, etc. Uno de los principios básicos del método científico es que se basa en un ensayo y error.
Digamos que un día, el Sr. X hace un estudio y concluye algo. Después llega el Sr. Y, trata de hacer lo mismo pero concluye otra cosa. ¿Por qué? Hay miles de razones, desde los factores que pudieron haber afectado a los individuos de cada estudio, la cantidad de personas que conforman el estudio, los métodos utilizados, el ambiente, el producto, etc, etc. Incluso, con todo idéntico, el Sr. X puede saber algo que el Sr. Y no sabe y entonces cada uno concluye cosas diferentes, mera percepción.
Por eso les digo una y otra vez que no se dejen llevar por el típico "un estudio comprobó...", porque uno no es ninguno en la ciencia. Y aún cuando pensamos que ya sabemos algo, después podemos observar cosas que antes no pudimos, y en efecto, las reglas pueden cambiar.
Me gusta pensar que a final de cuentas, no sabemos nada de nada. Hemos tratado de desglosar cada partícula de nuestro ser, cuando al día siguiente nos dicen lo opuesto. Imagínense que hace poco, el Dr. Bruce Lipton se dio cuenta que hasta nuestros genes podemos manipular, nada de que estoy programado genéticamente para ser gordo y acumular grasa.
En fin, sean abierto y entiendan este básico de la ciencia.