Viendo este vídeo (al final) en Iniciatives Educatives - InEdu #FPentumovil me vinieron a la cabeza unas cuantas cuestiones. La había visto en directo pero, sinceramente, en ese momento no me surgió nada.
En lo primero que pensé, fue en los compañeros de Dirección de Cocina. Y pensé, si Martina puede abrir su propio canal de cocina de Youtube, ¿por qué nuestro departamento de Hostelería no puede? Lo segundo que pensé, es en darles la vara y en eso me encuentro.
Así que, compañeros, mañana les estaré dando la lata y cayéndoles encima, si es que no ven antes este post.
Y, es que internet, como señala el vídeo de rtve, nos cambia la vida, pero no tanto. Cierto es que lo acabará haciendo mal que les pese a algunos y aunque no siempre sea para bien.
Cambia el monopolio del conocimiento. En los centros y en los libros no tenemos ya ese monopolio. O las paredes de los centros se abren, o dejará de haber paredes en los centros (cosa que en ocasiones no vendría nada mal).
Pero la cosa no cambia tanto. Nuestros jóvenes digitales no lo son tanto y tienen problemas para resolver problemas de la vida diaria, como puede ser comprar un billete de metro en una máquina. Claro que no se puede generalizar porque tenemos jóvenes brillantemente preparados para la vida moderna.
La tecnología nos rodea e invade, pero no estamos preparados para ponerla a nuestro servicio, ni para resolver los problemas que nos presenta. Pero, lo que es peor, seguimos sin preparar a los alumnos tanto para usar la tecnología, como para resolver problemas con ella.
Ya sé que faltan medios, siempre faltarán.Podríamos trabajar mejor con más medios, pero no sólo es eso. También es una cuestión de metodología y de actitud. Sobre todo de actitud. Ya no vale aquello de que saqué una carrera y ya no debo aprender más, ya sé todo lo que necesito. Si esto no es válido para nosotros, mucho menos lo es para nuestros alumnos.
He visto trabajar a profesionales de avanzada edad, con pocos medios, reinventarse continuamente y aprovechar los pocos medios con los que contaban. Y lo hacían desde una perspectiva alejada de la mera repetición de conocimientos.
Volviendo a mis compañeros de instituto. Decirles que ya no es posible vivir de espaldas a las tecnologías. Un restaurante tiene que ser 3.0 ya mismo. Debmos hablar de GAppstronomía.
Vale, ya lo sé, por mucho que un restaurante sea 3.0, si no cocina bien, no servirá para nadie.
Esa es la metodología, no todo se puede quedar en la tecnología. Pero hoy, deben ir de la mano inexorablemente.
Y el SoLoMo, puede ser una oportunidad para ello, para los pequeños restaurantes, una oportunidad para sobrevivir a la comida en serie que vive del marketing y la publicidad.
El autor del libro era un joven canario de origen hindú, Sagar Prakash Khatnani.
En su más que amena presentación, nos habló entre otras enriquecedoras cuestiones, de cómo había logrado publicar su libro.
Nos contó, que como señala el tópico, cuando acabó su novela, la envió a todas las editoriales y como es habitual, recibió la callada por respuesta.
Pero como Sagar sigue la norma de hacer las cosas porque le gustan, no desistió en el empeño e intentó en una segunda vía, también muy corriente en nuestros días, que fue la de colgar su libro en Amazon. Al día siguiente, regresó a la página de la tienda virtual y no encontró ya su libro. Se encontraba perdido entre la multitud de personas que intentaban colocar el suyo.
Vamos, que le había sucedido algo similar a lo que le había pasado con las editoriales.
Pero Sagar, sagaz y pasional como es, no desistió en su empeño y optó por una nueva estrategia.
Decidió crea una página de Facebook y colgar frases de su libro uniéndolas a otra de sus pasiones, la fotografía.
Y las imágenes con las frases del libro comenzaron a gustar y creció el número de seguidores de su página en Facebook. Y a neduda que iba creciendo su página, curiosamente fueron creciendo sus ventas en Amazon.
Y, curiosamente, a medida que iban creciendo sus ventas en Amazon, comenzaron a llegar propuestas de editoriales, una detrás de otras, hasta que eligió la que más le interesaba,
Cierto que si valía tarde o temprano hubiera llegado a triunfar, o no. Pero, sin la visibilidad que le dio la red, su imaginación y su buen hacer, probablemente le hubiera colgado más.
Bueno, no le doy la vara más a mis compañeros de cocina, al menos hasta mañana.
Para resarcirme les dejo un pequeño detalle, que ellos, allende los mares, valorarán más:
Guía de quesos de Canarias