Evidentemente, nuestra forma de ver va modificando con el tiempo, a medida que también lo hacen nuestras costumbres. Sobre todo en los últimos tiempos, donde los cambios parecen ser más vertiginosos.
teoría de la Gestalt, se basan en ese hecho. Y de esa forma estamos acostumbrados tanto a componer, como a percibir las imágenes.
Pero a medida que pasamos más tiempo posando la vista sobre pantallas, ya sean fijas o de dispositivos móviles, que leyendo escritos en papel, nuestros ojos tienen que lidiar con diferentes patrones de recorrido visual. Por ejemplo, los ojos pueden permanecer menos activos mientras avanza la lectura a través del desplazamiento del propio texto, efecto que se ve exagerado sobre todo en las pequeñas pantallas de los teléfonos móviles. O incluso la búsqueda rápida de información en páginas web nos lleva a guiar la vista hacia diferentes puntos de atención. Y ni hablar de los videojuegos que exigen una visión holística de lo que pasa en un mundo que se extiende más allá de los límites de la pantalla.
Como bien indica Daniel Tubio en su trabajo "Reflexiones sobre la educación visual", este cambio de hábitos está cambiando también la forma en que interpretamos las imágenes.
Y no sólo se ve afectada la forma de disponer los contenidos dentro de marco visual, sino también los formatos de dicho marco. Tenemos nuestros ojos alineados horizontalmente, brindándonos un campo visual más ancho que alto. La mayoría de las producciones visuales, ya sea pintura, fotografía, cine, teatro, etc., se pensaron en formato apaisado. De hecho, las cámaras de fotos, en su gran mayoría, están diseñadas principalmente para utilizarlas en posición horizontal, causando cierta incomodidad al tomar fotografías verticalmente.
Sin embargo, un gran volumen de registros fotográficos y fílmicos hoy se realizan verticalmente a través de los teléfonos móviles.
Como resultado de todos estos cambios en nuestras costumbres, podemos ver nuevos estilos de composición fotográfica, con esquemas de distribución de los elementos dentro de la imagen que pudieran resultar incomprensibles hace sólo algunos años. También nos posibilita estar abiertos a nuevas interpretaciones de los contenidos visuales. En definitiva, implican una modificación en algunos parámetros de la comunicación visual.
Un poco más sobre la credibilidad de una fotografía