Camino de la involución

Por Juanantoniogonzalez

Hace algunos años, no tantos como podríamos pensar, se veían por las calles de mi ciudad a muchos hombres y mujeres que caminaban encorvados. Todos sabíamos que aquello era consecuencia del esfuerzo por el trabajo en ese campo, en esa huerta, que en este lugar se denomina mayetería. Un modelo de economía de subsistencia que ha durado hasta hace bien poco tiempo, y que algún iluminado político quiso defender hace unos años como modelo de generación de “empleo” y “riqueza”. No sé si aquello fue ignorancia o el típico cinismo de ese ignorante servidor público, porque me ha llamado la atención que a ninguno de sus descendientes inculcara la idea de dedicarse a dicha actividad laboral.

Regreso al principio. Hoy, la imagen de esos hombres y esas mujeres encorvados casi ha desaparecido de nuestro día a día, y mucho tiene que ver con la evolución económica, porque aquellos trabajos ya han desaparecido de la vida de esta ciudad. Sin embargo, cuando recuerdo aquellas escenas más del pasado que del presente, se me viene a la memoria la teoría de la evolución de Darwin y esos fotogramas en los que aparecía como el hombre poco a poco había evolucionado y terminó caminando erguido.

Si pudiésemos hacer que Darwin apareciera en el momento histórico que nos ha tocado vivir, quizás se sorprendería de ver como los seres humanos, estamos volviendo a caminar encorvados, medio agachados, mirando al suelo, y todo por culpa de esos aparatos que se han vuelto inseparables de nuestras vidas. Maldito watshapp que nos tiene a todos enganchados, y que por no separar la vista de él, estamos haciendo que el hombre haya entrado en un proceso de involución.

Perdón, tengo que dejarles, que me ha sonado el watshapp y tengo un mensaje que atender.


Archivado en: Reflexiones y pensamientos