El 17 de Septiembre de 2016 será seguramente uno de esos días de batallitas que contar el dentro de muchos años.
Los kilómetros iban pasando, el ánimo seguía fuerte y sin casi darnos cuenta estábamos en el Alto del Curviellu, primer “repechón” superado. La bajada desde el El Curviellu, con la única luz de las linternas y bastante barro se hizo un poco difícil, pero estábamos empezando y nada podía con nosotros, las fuerzas aún nos acompañaban. Enseguida vino la fuerte subida al Alto La Cruz, el buen ritmo siguió, siempre los siete unidos y aprovechando para trotar en bajadas y llanos, las subidas a buen ritmo pero caminando. En algún momento las piernas y las cabezas pedían una tregua o algo más, pero en grupo todo se lleva mejor y seguimos adelante con más ganas aún si cabe.
Seguimos avanzando y con buen ánimo, la idea de ir acercándonos a Covadonga podía más que las molestias físicas que cada uno íbamos ya arrastrando.
Me despido agradeciendo a mis compañeros este gran día que hemos pasado juntos, sin ellos seguramente habría sido mucho más duro, casi impensable de hacer. Ayer se demostró eso que dicen que la unión hace la fuerza, ahora solo toca empezar a pensar en algún nuevo reto, tal vez alguno de los que ayer rondaron por nuestras cabezas.