El motor diésel era el 300 D y presentaba nuevos frenos traseros con cintas de 15 pulgadas de superficie de frenado. También tenía freno de emergencia a la salida de la transmisión, un nuevo cardán, elásticos de régimen variable para la suspensión y una cabina de 2 metros de ancho con capacidad para 4 o 5 pasajeros. El volante era de gran diámetro y la dirección se accionaba con bolillas recirculantes para mejorar las maniobras.
Este camión se probó a lo largo de 167.000 kilómetros por espacio de 24 meses en el país. Un ejecutivo de General Motors Argentina dijo en su presentación: “pensamos en la más difícil y convincente pista de pruebas: las rutas del país”. La prueba tuvo todo tipo de caminos con ripio, badenes, baches, pavimento y curvas cerradas.
En el pasado, y a lo largo de 34 años, el camión Chevrolet se había importado y ahora se pasaba a su armado en el país. Fue la antesala del nuevo modelo que se comenzaría a producir localmente en el año 1967 con vistas al año siguiente. La fotografía fue tomada de la revista Confirmado del 22 de diciembre de 1966.
Mauricio UldaneEditor de Archivo de autos
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