Canadá se ha convertido en el primer país del mundo que clasifica el bisfenol A, un compuesto químico que se utiliza en numerosos productos de consumo, como una sustancia química.
Pese a la oposición de la industria química, un decreto ha añadido este compuesto a la lista de sustancias consideradas tóxicas en Canadá, según ha publicado el boletín oficial del país.
En 2009, Canadá ya fue la primera nación que prohibió la utilización de esta sustancia en la fabricación de biberones, una medida que después tomarían países como Francia o Dinamarca.
La decisión canadiense llega justo dos semanas después de que la Agencia europea de seguridad alimentaria asegurara que "no hay pruebas de los riesgos" del bisfenol.
"Una evaluación científica sobre el impacto de la exposición al bisfenol A revela que esta sustancia constituye un peligro para la salud humana y para el entorno", asegura el documento publicado en el boletín oficial.
Por su parte, el Ministerio canadiense de la Salud considera que el bisfenol A produce efectos "serios" y "potencialmente irreversibles" sobre el "desarrollo del sistema nervioso central y el comportamiento".
Leona Aglukkak, responsable de la cartera ministerial, ha declarado que Canadá es "el primer país que toma medidas firmes" contra el bisfenol.
Esta sustancia se ha asociado con un aumento del riesgo de cáncer de próstata y mama, anomalías en la reproducción y pubertad precoz. Estos efectos se han observado en estudios en animales, por lo que no hay un consenso sobre su repercusión en los humanos.