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CANALFUNDAMENTOS. CICLO II: BRASILIA: HORIZONTE, PARAÍSO · 26/06/2015
Proyectada por Oscar Niemeyer y Lúcio Costa, Brasilia es una de las grandes utopías del siglo XX; una ciudad ideal, construida con el fin de convertirse en el centro político del país, residencia del presidente de la República y sede de todos los edificios oficiales, de perfecta e impoluta arquitectura.
El plan urbanístico original, no contemplaba la división de las clases sociales, y burguesía y proletariado debían convivir en perfecta armonía. Pero ya incluso inmediatamente después de su construcción, dos tercios de la población habitaba fuera de los límites de la ciudad. A aquellos que la habían levantado, conocidos como candangos, se les negó el derecho a vivir en ella.
Cuando las obras finalizaron y se inauguró la nueva capital, la demanda de la construcción cayó en picado, y gran parte de los sesenta mil hombres que habían llegado de todo el país, perdieron sus empleos. A las puertas de Brasilia, los operarios esperaban para volver a integrarse en la ciudad que ellos mismos habían erigido.
Las sucesivas crisis económicas y políticas que atravesó el país, mancharon la utópica y blanca Brasilia, un hermoso monumento lleno de desigualdades.
En A idade da pedra, Ana Vaz se sitúa en un pasado remoto e hipotético para evocar el horizonte de Brasilia, identificando su fundación como una de las ciudades míticas de la Antigüedad.
El largo amanecer del plano inicial, evoca un exótico principio de los tiempos y precede a la exploración de ese territorio virgen sobre el que se construiría una ciudad entera desde cero.
“La película”, explica Ana Vaz, “se sitúa en la meseta central de Brasil, en un territorio significativo marcado por la expansión colonial durante el XVIII en busca de minerales, y por la épica historia de la construcción de la moderna capital del país. A partir de los restos geológicos de su historia, el film emprende un viaje de exploración que se mueve entre el testimonio de una época que ha dejado una huella sobre la tierra, y la proyección de un futuro encarnado en esa ambigua estructura que es, al mismo tiempo, un hallazgo arqueológico, y una construcción entre los cimientos de la ciudad”.
Es fascinante la forma en que esta pieza evoca la ciudad de Brasilia, sin mostrar un solo plano de ella.
A continuación, y como un fantasma que empieza a tomar forma, los edificios de Niemeyer empiezan a dibujarse. Es la Brasília de Cao Guimarães. Las cruces trazadas sobre el suelo parecen estigmas. La calle es una herida-sutura, como decía Henri Lefebvre.
En este trabajo, el autor se propone investigar “lo que transgrede la utopía de una ciudad planificada y la memoria previa a su existencia; las capas de polvo que quedan sobre su cuerpo, lo que se ha convertido en una ruina, o lo que ya nació como una ruina. También, los pequeños hábitos y costumbres, los hechos que hacen que sus habitantes se sientan orgullosos o avergonzados; la relación impuesta con el tiempo de la ciudad y sus espacios. La utopía socialista de líneas y formas de los primeros arquitectos, frente a la realidad de un país capitalista. (…) El film sigue la vida diaria de una serie de trabajadores para quienes la ciudad fue diseñada; la vida de alguien que tiene que inventarse a sí mismo para responder a las demandas y necesidades de servicios impuestos por el crecimiento urbano”.
En el ínterin de estas dos piezas, se encuentra la ciudad tal y como la conocemos hoy. Este programa se sitúa antes y después, entre el horizonte y el paraíso artificial. Una Brasilia por venir, y un resto de Brasilia.
Andrea Franco
Agradecimientos: Ana Vaz, Cao Guimarães, Ralph Antunes
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A idade da pedra (Ana Vaz, 2013)
Francia/Brasil, 29', 16mm/HD
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Brasília (Cao Guimaraes, 2011)
Brasil, 13’, Video HD