A mayor edad más cáncer de mama
Por desgracia, muchos de los motivos que predisponen al cáncer de mama no pueden evitarse. La edad es uno de ellos. Las mujeres que tienen más de 60 años son más propensas a padecer y a desarrollar una neoplasia (cáncer) de seno, es decir las posibilidades aumentan de forma progresiva con la edad. Es evidente que además hay factores directamente relacionados con la vida reproductiva de la mujer. De esta manera, tener hijos protege de la neoplasia de mama, así como la edad a la que se ha tenido el primero: cuanto más joven, mejor.La edad a la que se registró la menarquía (primer episodio de sangrado vaginal de origen menstrual) y la menopausia también juegan un papel destacado: hay más posibilidades si la primera menstruación tuvo lugar antes de los 12 años y la menopausia después de los 55. En la menopausia, las mujeres que reciben terapia hormonal durante muchos años tienen un riesgo mayor.La menopausia aumenta el riesgo, pero a menudo se considera que hasta entonces no hay que preocuparse por el tema. Esta idea es falsa, ya que, si bien las posibilidades de sufrir un cáncer de seno aumentan con el paso de los años, esto no significa que no pueda desarrollarse a cualquier edad. Una de las razones por las cuales se recomiendan las mamografías de control es que los casos aumentan cada día entre las mujeres más jóvenesLa genética, familiares con cáncer
Una falsa creencia consiste en pensar que se está "a salvo" si no ha habido casos cáncer en la familia. Esta afirmación no es cierta ya que, a pesar de que la genética predispone a los tumores mamarios, más del 80% de las mujeres que desarrollan una tumoración maligna no tienen antecedentes familiares. Está claro que si la madre, la hija o bien una hermana han padecido una y, sobre todo, si ha sido antes de los 50 años, el riesgo es mayor. Si la enfermedad se ha desarrollado en otros familiares también, pero las probabilidades son menores.Las alteraciones genéticas son las responsables de estos casos. Los cambios en ciertos genes, como BRCA1 o BRCA2, aumentan la probabilidad de sufrir cáncer de mama. También se han identificado regiones específicas en ciertos cromosomas y, en este caso, el riesgo será mayor o menor según el número de mutaciones genéticas identificadas. Cuando se dan numerosos casos en la familia, puede ser adecuado realizar un estudio genético para reforzar las medidas preventivas.Desodorantes y estrógenos
Uno de los mitos mas extendidos es que los desodorantes pueden aumentar el risgo del cáncer de mama. Los resultados de algunos estudios parecían sugerir que estos productos contienen sustancias dañinas que podría absorber la piel, sobre todo, si se aplican después de depilarse las axilas, por sus propiedades antitranspirantes, algunos estudios insinúan que los compuestos de aluminio que contienen pueden causar efectos hormonales similares a los estrógenos. para contrarrestar este mito, podemos concluir que no existen investigaciones concluyentes que relacionen el uso de antitranspirantes o desodorantes con el cáncer de seno.Los implantes mamarios
Otro mito más, es aquel que considera que los implantes pueden aumentar el riesgo de tumoración maligna. En este caso, el problema radica en que las prótesis entorpecen la visión de la imagen mamográfica, al ocultar una parte del tejido mamario, y dificultan al radiólogo para visualizar signos sospechosos. Por otra parte, los implantes se han relacionado con más probabilidad de desarrollar un tipo de linfoma en la cicatriz adyacente a la intervención.El tamaño no importa, la densidad sí
Es erróneo considerar que tener los pechos pequeños "protege" a la mujer. La realidad es que el tamaño del seno no tiene relación alguna con la probabilidad de padecer un tumor. Sí es determinante la densidad de este en el riesgo de contraer el cáncer. En una mamografía puede apreciarse que las mamas están formadas por tejido glandular y grasa. Las mujeres con senos más densos tienen mayor riesgo de cáncer. Pero ello está relacionado con la dificultad de interpretar los resultados de la mamografía, de ahí que muchos especialistas propongan el uso añadido de la ecografía en las mujeres con estas características.Obesidad y cáncer de mama
El riesgo de recaída y de muerte es mayor en las mujeres con obesidad en el momento del diagnóstico de cáncer de mama. Aunque solo se refieren al tipo más frecuente de enfermedad, investigadores del Albert Einstein College (Nueva York, EE.UU.) y otras instituciones relacionadas con la oncología han publicado en la revista 'Cancer' un trabajo en el que aseguran que el riesgo es mayor en las mujeres que tienen un tumor HER2 negativo y receptores hormonales positivos, el tipo más común de cáncer de mama. Los autores achacan esta asociación a los cambios hormonales e inflamatorios provocados por la grasa adicional.Además de esta causa, son varios los elementos biológicos ya conocidos que podrían explicar la relación entre obesidad y cáncer. En primer lugar, la interacción entre las hormonas femeninas (estrógenos) y la insulina: niveles altos de insulina aumentan el riesgo de recurrencia de neoplasia de mama. Por otro lado, se conoce que la obesidad está ligada a la hiperinsulinemia (exceso de insulina en sangre) y el síndrome metabólico, también vinculado con un mayor riesgo de recaídas.Algunos estudios también han indicado que existen enlaces entre la obesidad y los carcinomas de vesícula biliar, ovarios y páncreas.Muchas investigaciones han intentado establecer una asociación entre obesidad y cáncer de mama. En 2003, un estudio publicado por el Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU. afirmaba que el aumento de estrógenos en sangre que provoca la obesidad incrementa el riesgo de padecer la enfermedad en la posmenopausia. Y en 2011, un análisis de la Universidad de Granada confirmaba que la posibilidad de sufrir cáncer de mama es mucho más elevada cuando se trata de pacientes con obesidad mórbida.Un estudio francés también de 2011, publicado en la revista 'Cancer Research', descubrió la conexión entre la obesidad y la agresividad del cáncer de mama. Los científicos revelaron que las células adiposas (elemento que constituye el tejido graso) se encuentran con frecuencia en la proximidad de tumores mamarios. Y cuando estas células se relacionan con tumores, podrían ser capaces de transformar las características de las células cancerosas y aumentar su agresividad.Se puede evitar la enfermedad
¿Puede evitarse el cáncer de seno? ¿Hay algo más que autoexámenes y mamografías? Los resultados de un estudio llamado MAP.3 revelan que la quimioprevención puede ser un arma para combatir la neoplasia de mama. El trabajo, publicado en la revista "New England Journal of Medicine", demuestra que el exemestano, un inhibidor de la enzima aromatasa, tiene un gran potencial como agente preventivo, ya que consigue reducir en un 65% la formación de tumores en mujeres posmenopáusicas.En los casos en que se detecta rápido y el tumor se extirpa, este tratamiento hormonal ha demostrado que reduce la probabilidad de desarrollar un tumor colateral.Fuentes: Cancer.gov, Consumer.es, Wikipedia.org