Uno de los principales problemas que se puede presentar en el cáncer de ovario es su detección, ya que el mismo no ofrece un síntoma muy evidente, llegando a presentarse cuando el éste ya tiene un tamaño demasiado grande.
Pero si hay determinados factores que se deben tomar en cuenta, mismos que podrían estar tratando de dar un aviso de la presencia de un cáncer de ovarios en el organismo; estos síntomas pueden ser:
- Un dolor hacia el lado inferior del abdomen, algo muy parecido al provocado por una indigestión.
- También se puede presentar una hemorragia uterina, aunque la misma no es muy frecuente.
Bajo cualquiera de estos dos síntomas, una persona debe empezar a realizarse exámenes especializados que puedan llegar a confirmar o descartar el cáncer de ovarios en su organismo. Éstos exámenes podrían reflejar un tamaño de ovarios demasiado grandes en una etapa post menopáusica, algo que también podría indicar la presencia de quistes. La aparición del líquido en el abdomen puede reflejarse como una hinchazón del mismo, situación que estaría indicando la presencia de este cáncer de ovarios.
Precauciones y prevención del Cáncer de ovario
Si lo antes mencionado se llega a presentar, esta es una fase de la enfermedad de Cáncer de ovario que puede llegar a manifestarse con:
- Dolor de la pelvis.
- Pérdida de peso.
- Anemia.
Junto a estos síntomas suelen aparecer otros cuantos más, los cuales involucran a:
- Una secreción de hormonas provocado por el cáncer de ovario que provoca un crecimiento exagerado en el revestimiento interno uterino.
- Aumento de tamaño en las mamas.
- Desarrollo exagerado del bello.
No existen reglas bien definidas para tratar de prevenir el cáncer de ovario, pero si hay unas cuantas consideraciones que han sido analizadas por medios especialistas:
- Se dice que el cáncer de ovario no se presenta en mujeres que han tenido varios partos.
- Las mujeres que han tomado durante varios años anovulatorios tampoco presentan síntomas de la enfermedad.
- Existe una mayor incidencia de cáncer de ovarios en mujeres cuyas madres también lo han sufrido.
Médicos especialistas suelen recomendar la extirpación de los ovarios en mujeres que lleguen a los 35 años de edad, algo que se debería realizar si ya se ha cumplido con el efecto reproductor y el deseo de descendencia.