Un nuevo encargo. Un regalo para Navidad personalizado. Bonito detalle que espero guste a su futura dueña.
Para realizarlo me basé en un candelabro que hice anteriormente (para verlo aquí), como me pidió quien me hizo el encargo.
Así lo haría, pero esta vez introduciría novedades...poner la vela de manera que la imagen quedara vertical. Para ello probé un nuevo campo: el corte de vidrio.
Comencemos.
Tenía la lama de palé perfecta.
La lijé y le di forma marcando el veteado con la multi-herramienta.
Una vez listo le di una mano con pintura blanca mezclada con agua y la barnicé. Luego la manché con un trapo con betún de judea.
Ahora tocaba hacer la transferencia, aquí verás mi técnica. Era una imagen personal, este sería el verdadero detalle del regalo.
Así quedó...
En este punto, me metía en un campo sin explorar, el corte de vidrio.
Según los vídeos que había visto, era suficiente: una botella, un cordón, alcohol, un mechero y agua muy fría.
Los pasos:
- Atar el cordón a la botella a la altura que quieras cortarla.
- Empapar bien el cordón con el alcohol.
- Darle fuego hasta que se consuma el alcohol girando la botella constatemente.
- Antes de apagarse la llama meter la botella en el agua fría y...¡crack!. ¡Listo!
Funciona. Un corte casi perfecto que rematé lijando bien los bordes
Dos cosas le faltaban al trabajo. Pegar el vaso a la madera y ponerle una base para que se mantuviera vertical, sin caerse, por el peso del vaso y la vela (para lo cual utilicé una rodaja de rama).
Las dos piezas las pegué con cola caliente.
Obteniendo con todo esto un resultado más que satisfactorio.
¿Qué os parece?
¡Hasta pronto!