Hoy vestimos de fiesta nuestra mesa, con un Canelón de judías verdes con jamón ibérico y vinagreta de mango. Un plato tradicional tuneado para que puedas lucirte cuando tengas invitados o simplemente quieras darte un capricho.
Y digo tradicional, porque las judías verdes con jamón son un clásico en esta época, sobre todo en casa, cuando la huerta de mi padre ya tiene las “habicholillas” preparadas para recolectar.
Hace unos días me llegó un regalo de Jamonarium, la tienda online nº 1 en ventas, especializada en productos gourmet, como embutidos ibéricos, aceite de oliva virgen extra, quesos, conservas… Y entre los loncheados ibéricos que me enviaron, venía un brick de jamón de bellota ibérico “Gran Reserva 4 años”, 50% raza ibérica, con el que se me ocurrió este entrante.
Pinterest se encargó de darme la idea del emplatado, y aunque podáis pensar que es complicado, es más sencillo de lo que imagináis. Merece la pena dedicarle un minuto a la presentación ¿no pensáis igual?
Pues ¡manos a la obra!
Cómo hacer el Canelón de judías verdes con jamón ibérico y vinagreta de mango
Ingredientes:
- 1 láminas de pasta filo
- 24 judías verdes muy tiernas
- sal, pimienta, guindilla
- aceite de oliva virgen extra de cosecha temprana, de variedad picual
- unos granos de granada para adornar (podéis sustituirlas por hojitas de albahaca, trocitos de tomate, flores comestibles, o cualquier otra cosa que se os ocurra)
Para la vinagreta de mango:
- 90 ml aceite de oliva virgen extra, de variedad arbequina
- 1/2 mango
- 50 g de vinagre balsámico
- el zumo de medio limón
- sal y pimienta
Preparación:
Blanqueamos las judías verdes un par de minutos en agua hirviendo e inmediatamente las sumergimos en agua fría para que no pierdan su color. Una vez escurridas, las aliñamos con aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta y si queréis darle un punto picante, añadid un poco de guindilla molida.
Extendemos una lámina de pasta brick y la cortamos en cuatro tiras, que pintaremos con aceite de oliva virgen extra.
Colocamos en cada tira 6 judías verdes, procurando que tengan el mismo tamaño del ancho de la pasta brick.
Enrollamos y volvemos a pintar con aceite de oliva virgen extra. Horneamos a 210º (yo le puse ventilador, para que se hiciera más rápido) hasta que se dore la pasta. Lo puse tan alto para que las habicholillas no se cocieran mucho rato y quedaran turgentes.
Mientras se hornean, trituramos el mango con el resto de ingredientes de la vinagreta y lo vertemos en un biberón o una manga pastelera con un agurerito pequeño.
En el plato de servir, hacemos un círculo con la vinagreta de mango, poniendo una gota más grande donde vayamos a colocar el canelón.
Rodeamos con un hilo de aceite de oliva virgen extra de cosecha temprana, fuera del círculo de la vinagreta, y ponemos los granos de granada sobre él.
Yo he aprovechado que ya están saliendo los primeros aoves tempranos, muchos de los cuales tienen un verde intenso tan bonito como el que veis en las fotografías.
Cuando los canelones estén dorados, los colocamos en el plato y los cubrimos con el jamón ibérico, dejando que el calor temple esa bendita grasa que tiene, y se nos deshaga en la boca. ¡Es un jamón increíble!
Servimos inmediatamente y nos disponemos a recibir los aplausos de nuestros comensales.
¿A que no es tan complicado? Pues prueba a lucirte también con el resto del menú, poniendo de primer plato este Bacalao con salsa rouille de picual, o este Solomillo a la cerveza negra, y terminando con un Blondie de frutos rojos o estas riquísimas Peras a la menta con salsa de chocolate.
¡Un menú fantástico para las mejores ocasiones!
Por cierto, con los loncheados tan magníficos de Jamonarium nos preparamos una tabla así de apetitosa:
¡QUE APROVECHE!
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