Antes, cuando era pequeña, los canelones solo se hacían en las fechas señaladas: Navidad, Fiesta Mayor, en las bodas, algún cumpleaños,… ahora, por suerte los hacemos más a menudo .
Recuerdo a mi madre en la cocina cuando los preparaba, primero guisaba la carne, luego la picaba en una máquina, manual, le daba vueltas a una manivela. La pasta que empleaba iba en una caja amarilla, como esta de Canelones “El pavo” ella siempre decía que eran los mejores, yo los sigo usando.
En una cazuela poner la manteca, aceite, la cebolla partida, los ajos sin pelar, la carne troceada y dorar. Añadir los tomates pelados y partidos en trozos, el coñac, un poco de agua, salpimentar y asar a fuego bajo-medio hasta que esté la carne cocida, unos 60-90 minutos. Dejar templar.
Para la bechamel: Poner en un cazo la mantequilla, añadir la harina haciendo una masa espesa e ir incorporando la leche hasta obtener una salsa ligera. Rectificar de sal y de nuez moscada.
Hervir las placas de los canelones siguiendo las instrucciones del fabricante, colocarlas extendidas sobre un paño.
Picar el contenido de la cazuela (quitar la piel a los ajos), mezclar con un par de cucharadas de bechamel y ponemos en las placas un poco de relleno, enrollamos la pasta formando los canelones.
En una bandeja de horno repartir por su fondo un poco de bechamel, colocar los canelones y verter por encima más bechamel. Espolvorear queso rallado, rociar con aceite y gratinar.
NOTA: Las raciones dependerán de lo poco o mucho que rellenemos los canelones, además, os aconsejo hacer más de los que se necesiten y el resto se pueden congelar. ** La carne que sea limpia de huesos y grasas. ** Al triturar el relleno de los canelones procurad que no quede un puré, es mejor emplear una picadora antes que una batidora. ** Esta receta tradicionalmente se hacía y se hace el día de Sant Esteve o San Esteban, es el día siguiente de Navidad y se elaboraba con la carne que había sobrado, siendo pues un plato de aprovechamiento, o como yo lo llamo un "resto engalanado" .