Esta vez un vecino del distrito de Imperial – tuvo que morir en la calle, luego que el hospital Rezola le negara el auxilio respectivo, debido a la falta espacios y personal adecuado que le garantizara la debida atención. El infortunado ciudadano que fue trasladado por el personal de serenazgo al nosocomio sanvicentino, lamentablemente tuvo que ser regresado a su comuna de oriente, donde minutos después dejos de existir – sentado en una de las bancas de la Plaza de Armas de la otrora capital comercial de Cañete.Para los entendidos, lo sucedido en Imperial – pudiera ser el inicio de encontrarse con más cadáveres, algunos envueltos en bolsas de plástico y tirados en la vías públicas, como evidente resultado de no haber acatado en su momento las medidas emitidas por el Gobierno para evitar que la cifra de contagios se siga elevando.
Pareciera que ansían alcanzar a Loreto porque continúan saliendo como ganados a las calles. A pesar que la gente ya comenzó a morir en la vía pública, todavía hay algunos que menguan al nuevo coronavirus.
La pandemia del nuevo coronavirus COVID-19 en nuestro país ya comenzó a pasarles violentamente la factura a los ciudadanos cañetanos que desde un inicio se sentaron sobre medidas estrictas para evitar la propagación del nuevo coronavirus, empezando por el Estado de emergencia, la cuarentena estricta, la inmovilización social y el uso de mascarilla.
Esta vez un vecino del distrito de Imperial – tuvo que morir en la calle, luego que el hospital Rezola le negara el auxilio respectivo, debido a la falta espacios y personal adecuado que le garantizara la debida atención. El infortunado ciudadano que fue trasladado por el personal de serenazgo al nosocomio sanvicentino, lamentablemente tuvo que ser regresado a su comuna de oriente, donde minutos después dejos de existir – sentado en una de las bancas de la Plaza de Armas de la otrora capital comercial de Cañete.Para los entendidos, lo sucedido en Imperial – pudiera ser el inicio de encontrarse con más cadáveres, algunos envueltos en bolsas de plástico y tirados en la vías públicas, como evidente resultado de no haber acatado en su momento las medidas emitidas por el Gobierno para evitar que la cifra de contagios se siga elevando.
Esta vez un vecino del distrito de Imperial – tuvo que morir en la calle, luego que el hospital Rezola le negara el auxilio respectivo, debido a la falta espacios y personal adecuado que le garantizara la debida atención. El infortunado ciudadano que fue trasladado por el personal de serenazgo al nosocomio sanvicentino, lamentablemente tuvo que ser regresado a su comuna de oriente, donde minutos después dejos de existir – sentado en una de las bancas de la Plaza de Armas de la otrora capital comercial de Cañete.Para los entendidos, lo sucedido en Imperial – pudiera ser el inicio de encontrarse con más cadáveres, algunos envueltos en bolsas de plástico y tirados en la vías públicas, como evidente resultado de no haber acatado en su momento las medidas emitidas por el Gobierno para evitar que la cifra de contagios se siga elevando.