-Os ocurre algo my lady?- se arrodilló cerca de la cama
-Nada, nada....es sólo..no es nada. Vaya esto tiene buena pinta- se giró cubriendo la marca
-No te preocupes- El guardián, con una amplia sonrisa, se quitó la camiseta para dejarle ver la suya
-Sí, así tiene que ser
-Así tiene que ser el qué?
-No sabes nada de la Isla, no?
Ella negó con la cabeza
-Ni por qué estás aqui
Volvió a negar
-Estás aquí porque encontraste las coordenadas, el camino hacia la Isla. No están visibles para tod@s, sólo para quienes quieren encontrarla de corazón
-Yo no busqué nada
-Tal vez ni tú misma sabías que estabas buscando lo que la Isla puede ofrecerte.
-Puede que tengas razón pero qué me dices de esta marca? me la habéis hecho vosotros?-parecía asustada
-No!! tranquila, come algo y podremos ir a hablar con Sir Gerard. Te lo explicará todo
- Y por qué no me lo explicas tú? No pienso quedarme aquí ni un sólo minuto más
Lady Estela se levantó con intención de irse pero un pequeño mareo la hizo sentarse de nuevo
Sir Thomas se sentó a su lado
-Mala idea mi lady. Vas a tener que quedarte quietecita y aprovecharte de la hospitalidad jatteña durante unos días. Cocino muy bien sabes?
-Un enorme consuelo- respondió ella con ironía
Le dolia un poco la cabeza y sir Thomas, en el fondo y por más que intentara no pensar en ello, le atraía. Le daría un pequeño margen de confianza
To be continued...
Rosemunde Lovelace