Capítulo 28: Sólo se vive una vez

Publicado el 18 mayo 2015 por Fanitt
Es lunes....y ya se sabe.....estoy en modo Gardfield....
Así que para superar mi trauma voy a poner un poco de amor en el día más churro de la semana......Happy week!!
Tenía la suficiente experiencia en situaciones complicadas como para saber que el ajetreo que se percibia a lo lejos, cerca de la bahia de Jatte no era normal. No había nada demasiado evidente, además la luz empezaba a escasear y dificultaba la exploración visual del horizonte, pero tenía un presentimiento.
 -Qué pasa, Pierce?- Mária se había colocado a su lado- cancelamos la cena? quizás prefieras una cita más hogareña....
Pierce la miró, era una de esas mujeres que no te deja indiferente, una de esas que lleva muchos ojos prendidos a su silueta cuando se mueve y ahora se movía hacia él. Quizás tantos años sospechando de todo le habían vuelto un poco paranoico, después de todo....qué podía pasar en Jatte de gravedad más allá de que se quemara una hornada de pan? Se deshizo de sus pensamientos. Sólo se vive una vez...y hay que aprovechar intensamente cada instante....nunca se sabe cuándo será el último.
Decidió dedicar toda su atención a lady Mária
-Podría cocinar para ti, soy bueno ....sabes?
Ella dejó escapar una risa cantarina
-Pretendes seducirme con algún plato exótico?- preguntó coqueta- tendré que ponerme algo adecuado para la ocasión
Pierce se pasó la mano por la barbilla y la escrutó juguetón
-Ponerte? no creo que necesites ponerte nada....más
Mária conocía bien el juego de la seducción
- Hablaba de poner música....algo adecuado para acompañar tu delicioso plato
Pierce se rió
-Por supuesto....ya me conoces....soy un malpensado. Confío en tu gusto musical, pero por favor....algo que me permita bailar contigo
-Qué pretendes?
-Creía que era transparente para ti....no es obvio? enredarme en tu cintura, cantarte bajito y convencerte de que no puedes vivir sin mi o porque yo ya estoy convencido de que no puedo vivir sin ti
Por el ventanal se colaba la luz del atardecer y el color anaranjado del sol al descender se reflejaba en los ojos de Mária y llenaba de destellos ardientes los de Pierce.
 Salvó de un paso la distancia de los separaba y la rodeó por la cintura con un brazo mientras acariciaba su cuello con la otra mano. Apenas unos centimetros entre los dos que se disolvieron cuando sus labios se atrajeron como un par de imanes.
Pierce se separó sin dejar de sujetarla, quería mirarla, quería grabar su expresión en su memoria....Mária sonrió...sabía que él no iba a volver a marcharse
To be continued
Rosemunde Lovelace