Capítulo 37: Sueños

Publicado el 12 noviembre 2015 por Fanitt
Salieron del Pabellón, necesitaba sentir el aire fresco de la noche, le costaba respirar. El aire fresco siempre barría la pesadez y tenía que tener la mente clara para tomar decisiones.

La brisa marina revolvió su pelo y le llevó su aroma. Gerard se detuvo
-Ocurre algo?
Sin darle tiempo a reaccionar la besó intensamente, con furia, con delicadeza, con pasión incontenida.
-Me da igual todo en este momento, sueño contigo. Duele y no me resigno, Fani. Tu reino no puede separarnos, tiene que unirnos
-Tengo obligaciones, Gerard..... y tú también. Pretendes dejarles a su destino?
-Sabes lo que me trajo a esta Isla? Mis sueños Fani!  Mis sueños!  y he estado a punto de abandonarlos por anteponer otras prioridades. Nunca debí dejar de seguirlos. Ahí radica la fuerza de esta Isla. Sin los sueños de tod@s l@s jatteñ@s la Isla desaparecería! no lo entiendes? ése es el verdadero peligro!. Nuestros sueños nos hacen invencibles
Fani asintió. A veces el transcurso de la propia vida la hacía olvidar lo que realmente importaba.
-Con qué sueñas tú Fani? con qué?
-Con campos verdes, con flores amarillas, con sol calentando mis mejillas, con panes, con una vida sencilla, con tus abrazos.....
-Qué te impide alargar la mano y hacerlo realidad?
Estaba desconcertada, nada, o todo. Ella misma era su obstáculo principal. Ella la que se ponía excusas y justificaba sus actos. Ella la que decidía no seguir a su corazón.
Gerard estaba frente a ella, hablándole con la misma vehemencia que ternura. Esperando que ella despertara y recuperara la esencia de quien habia sido.
Un pájaro surcó el cielo haciendo virtuosos giros. Elevaron los ojos para mirarlo
-Sigue las corrientes de aire. Fluye en el aire. Y nos enseña que el gran secreto es simplemente fluir. Cierra los ojos- la tomó de las manos- Tranquila, confía......siente...simplemente siente
Le siguió dejando que todos los demás sentidos la invadieran, descubriendo los matices, dejando de lado lo obvio para detenerse en lo pequeño. Cuando la soltó Fani abrió los ojos instintivamente. Estaban en lo alto del acantilado,cerca del faro Podía verse el mar. Podía ver las olas rizarse y casi notar la espuma en sus tobillos.
 Allí, en el centro de la Isla la paz seguía reinando, como en su propio corazón en esos momentos.
-Son ataduras invisibles Fani, lo que no te deja seguir no puede verse pero lo sientes como si fuera real. Córtalas y acercáte a mi
La abrazó
-Ojalá pudiera- musitó ella volviendo los ojos hacia los barcos de Orzuk que casi tocaban ya la orilla - ojalá pudiera
Sir Gerard apretó los dientes, la soltó y se giró caminando hacia el Pabellón de nuevo. Hizo un gesto a sir Clive que esperaba discretamente en la puerta sin perderles de vista y que desapareció con rapidez como respuesta
-Sea pues
En la proa del barco más grande Orzuk se estremeció, estaba seguro de que los dioses le serían propicios
To be continued....
Rosemunde Lovelace