Los signos visibles de una piel sensible e irritada son eritema (enrojecimiento o erupción), descamación, hinchazón o aspereza y signos sensitivos como picor, tirantez, ardor o pinchazos. La piel puede sensibilizarse por varios motivos y en cualquier momento de la vida., desde la lactancia hasta la vejez... Y aparece cuando se deteriora la función de barrera protectora de la piel. Los síntomas suelen aparecer en la cara, y pueden perturbar bastante la vida cotidiana.
Una vez que la piel se sabe defender nuevamente la descamación, la desnutrición y alteraciones van remitiendo rápidamente.
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