Carboxiterapia

Por Gabriel Giner @esaludcom

La carboxiterapia es un tratamiento que se realiza con objetivos tanto estéticos como terapéutos. Consiste en la aplicación de inyecciones de CO2 por debajo de la dermis para eliminar las marcas propias de la celulitis y las estrías. Además, ayuda en gran medida a disminuir la grasa localizada en determinadas zonas del cuerpo y a eliminar la flacidez de la piel.

El gas aplicado mejora la circulación celular y la oxigenación de los tejidos. Sus aplicaciones son muy amplias: aumenta la producción de colágeno, combate la grasa localizada, destruye las células de grasa…

¿Qué es la carboxiterapia?

La carboxiterapia es un tratamiento médico-estético para hacer frente a la celulitis, así como a la flacidez y la grasa localizada. En los últimos años ha cobrado una gran popularidad gracias a que es un método muy poco invasivo, que consiste en la aplicación de CO2 mediante inyecciones subcutáneas en las zonas afectadas.

En la carboxiterapia se infiltra a nivel hipodérmico gas carbónico, controlando en todo momento el volumen total de gas infiltrado. De este modo se produce una vasodilatación en la zona de forma instantánea, lo cual da lugar a una gran sensación de calor en la misma, así como un aumento de la presión parcial de oxígeno disponible para los tejidos.

También actúa en los receptores beta-adrenérgicos, de modo que aporta un efecto lipolítico, mejorando así el componente de fibrosis de la piel de naranja.

Por lo general, la carboxiterapia se aplica en el rostor, el cuello, los brazos, el estómago, las piernas y los glúteos.

Beneficios de la carboxiterapia

Tal y como hemos señalado, la carboxiterapia consiste en la inyección de gas carbónico en los tejidos. Se utiliza para combatir la celulitis, así como para combatir la flacidez y las grasas localizadas. En los últimos años también está siendo especialmente utilizado para combatir las ojeras más profundas.

A continuación señalamos cuáles son los principales beneficios de este tratamiento.

Oxigenación de los tejidos

Uno de los principales beneficios de la carboxiterapia es que favorece la oxigenación de los tejidos, mejorando así tanto su salud como su aspecto.

Mejora de la microcirculación

La microcirculación resulta fundamental para el buen funcionamiento del organismo ya que se encarga del transporte de nutrientes y oxígeno hacia los tejidos. Además, elimina los restos celulares que puedan ser potencialmente peligrosos y dañinos para los mismos.

Producción de colágeno y elastina

Con el paso del tiempo, es habitual que la piel pierda tanto densidad como firmeza. Así, gracias a la carboxiterapia se favorece la producción de colágeno y elastina de forma natural.

El colágeno es la proteína más importante del organismo, siendo su principal función la de aportar resistencia y flexibilidad a los tejidos y a los músculos. La pérdida de colágeno provoca el envejecimiento de la piel, así como la pérdida de tersura y firmeza. Además, favorece la aparición de varices.

Mejora de la piel de naranja

Uno de los usos más frecuentes de este método es para combatir la celulitis, un trastorno que afecta a más del 90% de las mujeres a nivel global.

La celulitis consiste en la acumulación de nódulos adiposos en el tejido subcutáneo en determinadas zonas del cuerpo, especialmente el abdomen, los glúteos, las caderas o los muslos. Se produce en la capa más profunda de la piel, donde se encuentran la mayor parte de las células, siendo los adipocitos unas de ellas; se encargan de almacenar la grasa.

No obstante, cuando estas células se desgastan, la grasa no se equilibra de forma adecuada. Es por ello que los adipocitos aumentan su tamaño y crean esas protuberancias a las que se les conoce como piel de naranja.

Aplicaciones de la carboxiterapia

A continuación señalamos los principales usos que se hacen de este tratamiento.

  • Celulitis: el dióxido de carbono aumenta los niveles de pH, generando con ello una falta en el suministro de oxígeno en la zona tratada. De este modo se dilatan los vasos sanguíneos para aumentar los niveles de oxígeno mediante la liberación de hemoglobina. Finalmente, el dióxido de carbono se convierte en oxígeno activo, mejorando así la celulitis. Es así como las células adiposas se eliminan. Además,  la ruptura de la capa de grasa se acelera gracias a la mejora de la circulación.
  • Estrías: las estrías se forman porque el colágeno se rompe durante el estiramiento de la piel. El CO2 administrado favorece en gran medida la reparación del colágeno, de modo que la carboxiterapia ayuda a reducirlas.
  • Ojeras: el CO2 favorece en gran medida la microcirculación en los párpados inferiores. De esta forma se mejora la oxigenación en la zona y el tono oscuro o azulado de las ojeras desaparece.

¿Cómo se realiza?

La técnica de la carboxiterapia es relativamente sencilla, tanto para el equipo médico como para el paciente. Se lleva a cabo a través de un equipo que ha sido diseñado especialmente para controlar tanto la velocidad de flujo como el tiempo de inyección, además de monitorizar la dosis administrada. Las inyecciones se realizan con una aguja cuyo diámetro es muy pequeño, inferior incluso al de la aguja empleada para la administración de insulina.

De este modo el gas se expande de manera rápida a los tejidos próximos al punto en el que se ha administrado la inyección. Es importante destacar que la carboxiterapia no presenta ningún tipo de efecto secundario que resulte potencialmente peligroso para la salud del paciente, a excepción de un ligero dolor en la zona de aplicación y un pequeño enrojecimiento, el cual no dura más de unos pocos minutos.

Respecto a las sesiones necesarias, lo cierto es que no hay un número exacto. Depende en gran medida tanto de las características como de las necesidades concretas de cada paciente. En líneas generales, se considera un promedio de quince sesiones, repartidas en dos semanales.

Inmediatamante después de cada sesión el paciente puede retomar sus actividades cotidianas sin ningún tipo de problema. La única precaución a tomar es evitar la exposición solar durante las siguientes 48 horas.

Efectos secundarios de la carboxiterapia

Al igual que cualquier otro tratamiento médico y/o estético, la carboxiterapia presenta una serie de efectos secundarios y riesgos. Aún así, es importante destacar que es un método muy seguro y que los efectos secundarios que señalamos a continuación se dan en raras ocasiones.

  • Mientras se difunde el gas por el tejido puede darse una ligera sensación de dolor. No obstante, la gran mayoría de los pacientes lo toleran bien.
  • Otro de los efectos secundarios es la sensación de calor o ardor local, en la zona tratada.
  • Debido a la activación de la circulación, se puede presentar un enrojecimiento de la piel.
  • El riesgo de infección es muy bajo si el tratamiento se realiza en una clínica que reúne las condiciones tanto higiénicas como sanitarias adecuadas.
  • La crepitación en la zona es otro efecto secundario que se presenta en un porcentaje muy bajo de casos. Se trata de la presencia de burbujas debajo de la piel.
  • Si la inyección del gas se realiza en los brazos, se produce una sensación de pesadez que dura unos pocos minutos.

Contraindicaciones

Existen una serie de casos en los que este tratamiento no está recomendado.

La carboxiterapia está contraindicada en aquellos pacientes que sufren insuficiencia cardiaca severa, así como otros trastornos que afectan al músculo cardiaco, como arritmias o coronariopatías. Del mismo modo, tampoco es un tratamiento indicado en pacientes con asma, insuficiencia renal, epilepsia o distintas enfermedades cutáneas.

En el caso de mujeres embarazadas, la carboxiterapia tampoco está indicada.

¿La carboxiterapia duele?

El tratamiento con carboxiterapia no resulta especialmente doloroso ya que las inyecciones se realizan mediante una aguja de pequeño tamaño. Así, la superficie de contacto entre la aguja y la piel es mínima, disminuyendo así el daño.

El paciente únicamente nota un pequeño escozor en la zona en la que se administran las inyecciones, así como un ligero enrojecimiento. En muy pocos casos se da un hematoma en la zona; un efecto secundario poco común, aunque probable.

Conclusión

Para hacer frente a la celulitis de una forma efectiva, lo más recomendable es acudir a un centro médico-estético para que un profesional cualificado indique cuál es el tratamiento más adecuado para cada caso concreto. Existen otros métodos, como por ejemplo la mesoterapia, que también están dirigidos a combatir la celulitis.