La causa de los múltiples beneficios que proporciona la miel se encuentra en sus componentes, ya que es rica en azúcar, sales minerales, vitaminas y oligoelementos.
Pero sin duda la propiedad estrella de este néctar dorado que nos proporciona las abejas es su capacidad humectante, pues la miel es capaz de mantener las moléculas de agua sobre la superficie de la piel, lo cual refuerza la capa hidrolipídica del cutis, que es nuestra barrera natural contra las agresiones ambientales.
De esta forma, la miel previene la sequedad cutánea, ayuda a la piel a retener la humedad y elimina esa desagradable sensación de tirantez provocada por la deshidratación, además de reforzar su elasticidad.
Por si fuera poco, a estas propiedades se suma una de las bazas más importantes que puede tener un producto de belleza: la capacidad de prevenir el envejecimiento, ya que al contener vitaminas B y C brinda a la piel luminosidad y una considerable protección antioxidante y la protege de los potenciales daños que causan los radicales libres.
Una de las ventajas de la miel es que se trata de un producto muy sencillo de encontrar y de precio asequible, lo que la convierte en el ingrediente perfecto para preparar una mascarilla de belleza casera que, en función de la receta utilizada proporcionará resultados diferentes.
Así, simplemente mezclada con azúcar proporcionará un efecto exfoliante, y en el caso de pieles grasas se le puede añadir un poco de zumo de limón; con avena y yogur obtendrá un efecto limpiador, y en combinación con aguacate y leche su efecto será nutritivo.
El mercado tampoco es ajeno a las excelentes cualidades de la miel, y cada vez son más los productos de belleza que la incorporan entre sus ingredientes. Existen, incluso, algunas marcas de belleza que se han especializado en la fabricación de productos basados en este dulce néctar y otros frutos de la apicultura como la jalea real o el própolis.
La firma griega Korres cuenta con una línea de miel de tomillo que incluye un exfoliante limpiador con partículas de bambú y nuez, una crema hidratante de efecto 24 horas y una mascarilla revitalizante. También propone una crema para manos secas y agrietadas a base de miel de romero.
La Provenza francesa es el lugar en el que obtiene la miel la casa cosmética L’Occitane en Provence, que alía este ingrediente con el vivificante limón en una línea de productos de tratamiento para el cuerpo especialmente indicada para las pieles más sensibles, como las infantiles y las femeninas.
También en Apivita conocen y aplican las fabulosas propiedades de la miel a lograr productos que potencien la belleza de la mujer. Esta empresa ecológica ha patentado la gama “Queen Bee” (abeja reina, en inglés), un sistema holístico de belleza que contiene miel de cultivo orgánico y jalea real encapsulada en liposomas, lo que facilita su penetración hasta las capas celulares más profundas de la piel.
“Se ha comprobado científicamente que la jalea real es una generosa fuente de ácidos grasos y vitaminas que ayudan a aumentar el desarrollo de los fibroblastos responsables de la síntesis de colágeno”, explican desde la compañía, que también comercializa su propia miel orgánica de tomillo.
La miel también protagoniza la lista de ingredientes de algunos “superventas” de la marca Lush como el jabón infantil “Cariño he lavado a los niños” o la mascarilla “Miel por la cara”, con propiedades calmantes y desintoxicantes gracias a ingredientes como la lima, el hinojo y el enebro.
En esta marca es posible asimismo encontrar “La colmena”, una barrita sólida de masajes que contiene miel, vainilla y naranjas dulces, y que al contacto con la piel se funde, liberando sus aceites esenciales para lograr un cutis profundamente hidratado.
Fuente: EFE