Confieso que es un delito no haber conocido antes la obra de Carles Gomila, siendo un artista isleño, este sábado dando
un paseo por Ciutadella, nos topamos con su magnifica exposición en la espectacular sala de exposiciones, el Roser. Cuando vi nada mas entrar a ese Turandot, me quedé
impactada, fue como una invitación sin palabras.
En un instante, gracias a la conjunción de la música, el espacio y a la obra pictórica, nos adentramos en su mundo; en Anatomía, Cuando estas ante cualquiera de sus obras, inmediatamente conectas con los ojos de sus musas, nos hace observar uno a uno cada detalle, cada símbolo, cada rasgo facial, que sin darnos cuenta, nos es familiar.
En su muestra Carles nos adentra en sus técnicas pictóricas, en los materiales, en sus colores y en sus pinceles, todo ello lleno de encanto, en las urnas expuestas, parece que guardan el secreto de cada obra, a mi personalmente, los frascos y demás utensilios, me parecían sacadas del taller de los grandes pintores antiguos.
Para Gomila el estudio del color, es importantísimo, desoyendo asus profesores, que le decían que no utilizara el negro, él no dejó de estudiar a Daniel Greene, Max Doerner o Rubens, en ellos vio que las gamas y las mezclas de negro fluían por doquier en sus grandes obras
Según recorría los entresijos de la exposición, cada cuadro me recordaba a las obras prerrafaelistas;
- A la composición enigmática de Millais
- La adoración por las musas de Dante Gabriel Rossetti
- La belleza del gesto de Burne - Jones
- El misterio inquietante de Hughes
- El alma en el rostro de Waterhouse.
- Lo oriental de John Byam Liston Shaw.
Las formas del modernismo también estaban presentes, a cada paso los grandes clásicos se presentaban de una manera renovada y super actual, en el libro que compre en la exposición, Carles habla de los rostros de sus damas, me sorprendió que no usa modelos, las caras de sus chicas son inventadas, son fusiones de rasgos a veces actrices clásicas como la divinísima Gene Tierney o bellezas como la Venus de Milo.
El teatro, el circo y la opera también influyen en este artista que sabe captar a la perfección el misterio y la magia de estos mundos fascinantes, algunos de sus cuadros se llenan de payasos, enanos y pierrots.
Personajes históricos, bellezas orientales, ángeles enigmáticos, simbolismo, erotismo, piratas, mujeres tatuadas, divas, mitologia... de todo esto y muchisimo mas, esta formada la obra de Gomila, un mundo fascinante que atrapa al primer golpe de vista.
En algunas de sus obras a modo simbólico Gomila hace guiños a su Ciudadela natal, a la fiesta de San Juan tan espectacular y celebrada en su ciudad
Y para acabar, os dejo con el rostro de Sean Young en Blade Runner la película favorita del artista.
Si Carles Gomila leyera este post, no se lo que opinaría, yo simplemente he transmitido lo que me ha sugerido su maravillosa exposición, no soy ni critica ni experta en arte, solo una visitante que se ha quedado atrapada en la obra de un artista con mayúsculas.