Carta a mi YO de hace diez años

Por Masqueudos

(no sabría explicarlo mejor de lo que lo hizo Sara Carbonero en su perfil de Instagram así que os dejo con su imprescindible, sencilla y sabia reflexión)

Una pregunta recurrente que me han hecho en alguna que otra entrevista es qué le diría a mi “yo” de hace 10 años y nunca he sabido muy bien qué responder. Mira por dónde hoy organizando las fotos del ordenador me he encontrado con él y como en estos días estamos teniendo algo más de tiempo del normal he pensado sobre ello.

Creo que le diría que no perdiera el tiempo ni la energía tratando de controlar todas las situaciones porque al final, la vida nos descoloca a cada uno en su lugar. Que hay cosas que dependen de nosotros y otras que no. Que se preocupara menos y se ocupara más, le diría que exprimiera cada segundo y que dedicara su tiempo solo a aquellas personas que merecieran la pena y le hicieran sentir bien. Que nunca dejara de soñar a lo grande, porque a veces los sueños se cumplen. Le diría que no dejara de hacer nada por miedo a arrepentirse porque siempre es mejor hacerlo que lamentarse por no haberlo intentado.

Le diría que cada día de la vida es un regalo, un milagro, una oportunidad. Que no tratara de luchar contra nada, porque el término “lucha” o cualquier otra palabra bélica implica un desgaste de energía. Que es mejor afrontar , aceptar y dejar fluir, nunca forzar.

Ah! Que no se puede gustar a todo el mundo y que no merece la pena perder un segundo en eso. Que dijera muchas veces “te quiero”, que besara, tocara y abrazara mucho por si llegaba el día en el que no pudiera hacerlo. Le diría que fuera siempre fiel a sí misma, inconformista, idealista y empática, una cualidad que está subestimada. Le diría que la vida puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos y que si eso ocurriera tendría todo el derecho del mundo a llorar, patalear, enfadarse, sentir rabia, miedo, impotencia. A bajar. Hasta el fondo. Pero que después siempre, siempre sale el sol. Que transformara el sufrimiento en sabiduría porque como decía Dante, el que sabe de dolor, todo lo sabe. Que no sufriera más de la cuenta a medida que iba perdiendo gente en el camino porque es ley de vida que nosotros cambiemos y los demás también.

Le diría que se ha equivocado una y mil veces, y que seguirá equivocándose porque de eso va el juego.

Le diría que la inseguridad es nuestro peor enemigo y que buscara la felicidad dentro de ella misma, no en cosas o personas, que todos nacemos completos. Que diera muchas veces las gracias todos los días al despertarse y que por muchos palos que le diera la vida nunca, nunca perdiera la inocencia ni dejara de emocionarse con su ranking de canciones tristes, ni parara de sonreír con los ojos .

Por último le daría las gracias, porque a través de ella he conseguido ser la mejor versión de mi misma y valorar lo realmente importante.