Carta de Jordi

Por Eltiramilla
ómo voy a hablar mal de mi gente! Hace 35 años, cuando co-fundé Super Pop, recibí un sinfín de palos por hacer una revista “para fans”. Palos duros. Yo defendí tanto el papel de la fan, que incluso escribí una novela reivindicativa, “Las fans”. Mi casa está siempre llena de esas “quinceañeras” que vienen a verme y con las que siempre charlo una hora y luego regalo libros. Y eso ha sido así desde hace más de 30 años. Así que vuelvo a la pregunta, ¿de verdad creéis que hablaba en sentido despectivo? Pues si es así, tercer error por mi parte, última metida de pata y de nuevo, perdón, perdón, perdón. Lo siento. ¿Me hago el harakiri? (Y que conste que escribo esto sonriendo, no en plan dramático.)

Mantengo constante contacto con mi gente a través de foros como la Generación Jordilauriana o el Foro de Laura Gallego, en el que tengo varios apartados. Que yo sepa, el buen rollo ha sido siempre lo mejor. La polémica me ha pillado a traspiés porque considero que es injusta viendo mi trayectoria. Otra cosa es que siempre haya gente cabreada o a la que no le gusten mis libros. Eso vale. No sé dónde he leído que “Campos de fresas” se vende tanto porque SM obliga a ponerlo en los colegios. ¡Ya querría SM o cualquier otra editorial tener esa fuerza!

Hice dos artículos creyendo que os ayudarían y casi me echáis a los leones. Muchos sabéis mi historia, porque hice dos Fundaciones, el premio o la revista. Sabéis lo que pasé para mantener mi sueño contra mi padre y mi escuela, y lo que hice para publicar. Intento que entendáis algunos aspectos de todo esto, nada más, porque la mayoría me dice siempre que estáis solos, que no tenéis a nadie con quien hablar de ello salvo los amigos, que tampoco tienen mucha idea del tinglado. Incluso para concursar en mi premio hay cada año largas sesiones en los foros sobre qué letras usar, qué interlineados, etc. Porque es un mundo nuevo en el que estáis entrando. Ray Bradbury decía que los que conocen la vida han de ayudar o compartirla con los demás. Es lo que intento hacer, por lo que veo, con bastante mala fortuna. ¿Tenía alguna necesidad de crear un premio, una revista, las Fundaciones…? No, pero pensé que era necesario. Viendo lo que se ha escrito sobre mí, ahora estoy desconcertado. Pero en lugar de callar aquí estoy, dando la cara.

No sé qué más decir. Escribo esto desde Colombia, donde me ha pillado el lío. Lo mejor será que, desde ahora, me limite a mis novelas. Siempre tendréis la puerta de mi casa abierta para lo que necesitéis, pero de viva voz. No sé si esto volverá a levantar ríos de tinta pero, sinceramente, espero que no, y que las aguas vuelvan a su cauce.

Suelo acabar cosas así diciendo “os quiero”.

Así que os quiero.

Jordi