Después de un fin de semana pasado por agua, un frío de escándalo y cielos encapotados, mucha manta y sofá, y siestas de las buenas, el lunes ha llegado con mucho contenido bonito bajo el brazo. Cada vez queda menos para dar a conocer el proyecto en el que trabajo a toda máquina, y aunque va con retraso, que nadie se alarme, porque seguro que verá la luz pronto. Hoy me he levantado para comerme el lunes, chicas.
A veces las cosas se tuercen, se complican y parecen imposibles... Cuando todo está gris, las preocupaciones mandan. Pero hoy me he levantado poniéndome los grises de peineta, y porque no me da la gana de que los mails, los problemas y los imposibles, gobiernen y amarguen mi vida. Larga vida al gris, y a todos los que resistimos sus matices!
Muy buen lunes :)
Coralia.