En el post del otro día del Dominó os contaba que fui a los chinos a por cositas para tunear. Es un lugar que como alguno me decíais en vuestros comentarios es toda una fuente inagotable de recursos para tunear, solo hay que abrir bien los ojos (no como los chinitos que todo el día ponen cara de estar mirando al sol) y mirar a tu alrededor.
Entre las cositas con las que me hice estaba esta casita:
Necesitaba pintarla de blanco para trabajar con ella, pero... cachis! no había comprado spray!Me rompí la cabeza un buen rato, por lo menos 3 minutos, y al final dí con la solución. Este proyecto sería una especie de prueba piloto para futuros trabajos. La forré con cinta de carrocero!
Lo siguiente fue vaciar mi caja de los washis y empezar a dejar rienda suelta a la imaginación. No seguí ningún patrón, simplemente fui poniendo cintas a lo loco, sacando a relucir washis que por algún motivo los encuentro sosos.
Mi idea principal era hacer todo el tejado con ese de las cruces blancas y fondo rojo, pero se terminó (puto Murphy).
La casita será para interior, me mola esto de descontextualizar los objetos. Aún así quería proteger el washi. Saqué mi super spray de barniz (al final no me ahorro el colocón nunca) y le di unas pasadas.
La roomba ha hecho varios destrozos por casa por lo que ya colecciono restos de lámparas que ha roto. Este cableado es de una de ellas, así que es reciclado.
Conclusión -Aunque a mi madre le fastidie sigo yendo a los chinos.
-No tengo nada en contra de los chinos, hacen cara de simpáticos (excepto la señora que cobra, que me da miedito)
-La cinta de carrocero es un aliado perfecto a la hora de tunear con washi, seguiré con ella.
-Murphy siempre está al loro, no te fíes ni un pelo de él.
-La roomba debería llevar un cartel: ME LO CARGO TODO.