Muchas veces intento explicar en qué consiste la terapia visual y aún así no queda claro, porque no acaba de entenderse que si yo soy un óptico-optometrista, ¿qué hago yo que no hacen los ópticos de las ópticas?
La gente está acostumbrada a entender que “TENER UN PROBLEMA VISUAL” es “no ver claro”, “necesitar unas gafas o unas lentillas para ver mejor”, “tener una patología en el ojo” que trata el médico, o “usar parche el niño que tiene un ojo vago o bizquea”. Pero es realmente cuando utilizo ejemplos en los que la terapia visual ayuda, es cuando se entiende que el campo de la visión es más amplio que todo esto, y que la visión puede tener otros “problemas” que no se tratan sólo con gafas o lentillas, con un parche o con un medicamento o cirugía. Es cuando se comprende cuál es mi trabajo o qué hace un optometrista comportamental y terapeuta visual.
Normalmente acudís a una óptica cuando no veis claro para que os gradúen y os digan si necesitáis unas gafas para ver mejor. O cuando el médico (oftalmólogo) os las ha recetado. O porque queréis haceros unas lentillas. O porque queréis comprar un líquido para limpiarlas. O porque queréis compraros unas gafas de sol, o incluso graduarlas. Esto, entre otras cosas.
Pues bien, para que os quede un poquito más claro a los que aún tenéis dudas, os voy a mostrar algunos de los motivos por los cuales los pacientes acuden a mi consulta:
- “Le han diagnosticado miopía y le han puesto gafas, en principio para estar en clase, ver la televisión, el cine… De momento sólo para esto, porque por un ojo, el derecho, parece ser que todavía puede recuperar visión pero por el izquierdo no y tendrá que llevar gafas para todo.” CONTROL DE MIOPÍA. A esta paciente el oftalmólogo le había recetado unas gafas con miopía y astigmatismo “funcional”, es decir, esta graduación era debida al estrés visual al que sometía su visión tanto en el colegio como en sus actividades de ocio (le encantaba leer, y no en muy buenas condiciones de higiene visual). Tras la terapia visual y cambiando estas condiciones, la miopía y el astigmatismo desaparecieron.
- “Mi hija NO tiene dificultades destacables en el colegio pero lleva 3 años usando parche porque tiene un ojo vago y bizquea un ojo. Parece que su mejora se ha estancado y el médico quiere que continué con el parche 6 meses más, pero la niña ya no quiere ni oír hablar de él. Cada vez que sacamos el tema, llora.” TERAPIA PARA ESTRABISMOS Y AMBLIOPÍAS. Esta niña no volvió a utilizar el parche salvo para hacer la terapia en casa. Ya no se volvió a poner el parche en el colegio y sus compañeros ya no se metían con ella. Ella iba más contenta al colegio y su rendimiento mejoró en cuanto empezó a hacer los ejercicios y a estimular ese “ojo perezoso”. Ahora tiene una visión del 100% (y fijaos que no digo una agudeza visual del 100%, que también) y desde que acabó la terapia, no ha vuelto a desviar ningún ojo.
- “Me resulta muy incómodo leer documentos y trabajar delante del ordenador, tengo dolores de cabeza, mareos, presión en el estómago y me molesta la luz, especialmente la artificial del techo. Tengo cansancio ocular. Estoy peor a partir de la mitad del día, principalmente por la tarde y a última hora de la noche.” TERAPIA PARA SÍNDROME VISUAL INFORMÁTICO. A este señor le era imposible seguir trabajando al final del día. Su rendimiento laboral bajaba cada día y era incapaz de encender el ordenador al llegar a casa para ver simplemente el correo personal. Llegó a sentir verdadera aversión al ordenador. La terapia le ayudó a relajar su sistema visual y controlar más ese esfuerzo desmesurado que hacía. De esta manera, tardaba menos en hacer el trabajo de cada día, disfrutaba más de su trabajo, se encontraba más animado, e incluso podía leer un libro cuando llegaba a casa y disfrutarlo!!
- “Me llamaron del colegio para una tutoría, para decirme el profesor que estaba muy preocupado por mi hijo pues iba bastante retrasado del grupo, y cuando en clase se dirige a él está siempre bastante disperso. Pero que no le veía que fuera un niño de necesidades especiales, aún así recomendó que le valorara el equipo de orientación del colegio. En esa valoración, unas de las cosas que tenía el niño, eran dificultades grafo-perceptivas de coordinación viso-motora. Entonces me informé sobre la optometría comportamental porque me lo dijo un amigo y coinciden muchas cosas que tiene el niño.” TERAPIA DE EFICACIA VISUAL. Este niño veía muy bien la pizarra y el cuaderno (TENÍA AGUDEZA VISUAL 100%), pero cuando tenía que leer durante un rato se cansaba y no acababa la tarea. Su lectura empeoraba y perdía la concentración y la atención, por tanto, llegaba un momento que no entendía ni recordaba lo que leía. En estas condiciones estudiar una asignatura se le hacía muy pesado. Después de la terapia, leer era algo divertido, sus padres ya no tenían que estar detrás de él para que leyera, él solo cogía los libros y los leía. Sus notas mejoraron y en el colegio también su conducta.
- “Tenemos una hija de 13 años con dificultades en el aprendizaje tratadas desde los 5 años con psicopedagogos. Además, cada vez le cuesta más esfuerzo establecer relación con sus compañeros. Tiene una alta capacidad de frustración, es muy sensible por todo, a veces se comporta como una niña pequeña y tiene una autoestima muy baja. Creemos que aún no ha superado algún reflejo infantil y que estas dificultades escolares también se deben a ello”. TERAPIA DE INTEGRACIÓN DE REFLEJOS. Esta niña efectivamente tenía reflejos primitivos activos que debían de estar ya integrados desde el primer año de vida, y le estaban afectando sobre todo a la parte emocional y en consecuencia, a su rendimiento en el colegio. Su baja autoestima le hacía pensar que era la más tonta de la clase y que su esfuerzo no merecía la pena. Estos reflejos habían impedido que el desarrollo motor y el desarrollo visual se produjera con normalidad, por tanto, necesitó una terapia global de las tres áreas (TERAPIA DE EFICACIA VISUAL/VISUOCONGNITIVA / TERAPIA DE INTEGRACIÓN DE REFLEJOS / TERAPIA NEUROFUNCIONAL) para eliminar así, las dificultades que tenía en el colegio y con ello su autoestima mejoró.
- “Le han diagnosticado TDAH, y tiene dificultades en el colegio, no termina sus tareas, tiene mala conducta y aunque se esfuerza no parece que sea suficiente. El neurólogo le ha mandado Concerta pero no queremos medicarle. Le hemos llevado al oftalmólogo pero nos ha dicho que el niño ve bien. Buscando otras alternativas a la medicación hemos encontrado la terapia visual comportamental y queremos descartar que realmente no haya ningún problema en su visión que pueda estar interfiriendo”. TERAPIA DE EFICACIA VISUAL y TERAPIA DE INTEGRACIÓN DE REFLEJOS. Este niño tenía un 100% de agudeza visual, por eso, aunque le habían llevado al oftalmólogo, le habían dicho que no tenía ningún problema visual. Sin embargo, el resto de las habilidades visuales no se habían desarrollado con normalidad y no funcionaban con eficacia. Además, la existencia de ciertos reflejos activos provocaban también esa falta de atención e hiperactividad. Con ambas terapias conseguimos que además de ver claro, que viera con eficiencia y que no tuviera que estar compensando él mismo esos reflejos para así concentrarse en las tareas a realizar. Su atención mejoró, podía estar más tiempo haciendo una tarea y no las dejaba sin acabar. La calidad de sus trabajos mejoró y su rendimiento también y sus profesores estaban más contentos con él!!! :-)
- “Mi hija tiene dificultades en el colegio desde que empezó Primaria. Ahora está en 4º y va de mal en peor. No le gusta ir al colegio, no le gusta leer, no sabe hacer resúmenes, a veces no entiende lo que lee, es desorganizada en sus tareas y sus escritos están siempre llenos de tachones, se lía cuando tiene que usar diferentes colores, agarra mal el lápiz, tiene mala memoria, no le gusta hacer manualidades, ni tampoco ningún deporte. Creemos que hay algo que está impidiéndole aprender pero no sabemos cómo ayudarla”. TERAPIA PARA PROBLEMAS DE APRENDIZAJE o VISUO-CONGNITIVA. Esta niña no sólo no veía bien y no se lo habían detectado antes, sino que además, no entendía lo que veía porque su cerebro no sabía qué hacer con la información visual que recibía constantemente en el colegio. Por tanto, sus respuestas en los exámenes, al hacer resúmenes, al escribir o copiar de la pizarra, siempre eran erróneas. Era mejor haciendo exámenes y trabajos orales que escritos (a pesar de su timidez). La terapia le ayudó a ver mejor y más eficientemente para así entender mejor lo que veía y responder en cada momento de la manera más adecuada. Se cansaba menos haciendo las tareas escolares porque le requerían menos esfuerzo y tiempo. Sus padres ya no tenían que luchar diariamente con ella porque hiciera sus deberes. Y la posibilidad de que la niña siguiera estudiando se abrió frente a sus ojos.
- “El profesor nos recomienda que le hagamos al niño una evaluación optométrica completa porque sospecha de una lateralidad cruzada, ya que tiene más facilidad con el OI y es diestro. Se acerca mucho al leer y se cansa. Tiene mala letra. Mala caligrafía. Mala motricidad fina en general. Se le queda mejor si le leen un texto a si lo lee él solo”. TERAPIA NEUROFUNCIONAL. Gracias a la detección precoz del profesor, no sólo se confirmó esa lateralidad cruzada existente, sino que además, se detectó que el motivo era debido a un pequeño estrabismo que tenía en el ojo que debía dominar. Tratamos el estrabismo con la terapia visual y aún seguimos trabajando para cambiar la dominancia ocular.
- “Tiene buen nivel lector desde hace bastante tiempo. A nivel de escritura ha presentado algunos problemas de escritura en espejo de alguna letra y algún número (ya no). También de confusión entre sonidos similares (p/t), etc. Omite alguna letra de vez en cuando o cambia alguna (cada vez menos), al copiar se salta renglones o vuelve a repetir la última palabra o incluso frase, que ha escrito. En la lectura omite con frecuencia los artículos y preposiciones cortas mientras que lee con facilidad palabras mucho más largas y complejas.” TERAPIA NEUROFUNCIONAL. Este niño se saltó etapas en su desarrollo motor de sus primeros años de vida tan importantes como el gateo, por tanto, no había desarrollado correctamente su lateralidad. Aunque los padres creían que para todo utilizaba la misma mano y el mismo pie, no lo tenía igual de claro para el ojo y para el oído, así cada vez que seguía un dictado o copiaba una explicación, o cada vez que tenía que copiar de la pizarra, lo que veía u oía era procesado por un hemisferio y lo que escribía su mano era procesado por el otro. Y el cruce de información entre ambos no era lo suficientemente fuerte como para que esas tareas las hiciera con eficacia y rapidez. Con la terapia le ayudamos a definir un hemisferio como claramente dominante para que la información fuera procesada de manera ordenada, de esta manera, las omisiones y las inversiones fueron desapareciendo. Sus tareas escritas eran más limpias, su escritura más legible y escribir ya no era un suplicio para el niño. Incluso una queja que no manifestaron desde el principio también había mejorado, la pelota era divertida para él, y se había apuntado a deportes en el colegio porque ahora los disfrutaba, ya no era “el patoso de la clase”.
- “Desde hace unos meses hemos observado que nuestra niña de 2 años a veces bizquea un ojo. La llevamos al oftalmólogo y nos dijo que eso era normal para su edad que aún están aprendiendo a usar sus dos ojos. Pero no estamos convencidos del diagnóstico” DETECCIÓN PRECOZ. Esto no es una terapia, pero es muy importante y tenía que contároslo. Esta niña efectivamente tenía un estrabismo y no sólo desviaba de manera ocasional, sino que cuando la desviación fue mayor es cuando fue más evidente para los padres, pero la niña ya llevaba tiempo desviando su ojito y su cerebro intentando adaptarse lo mejor que podía a su visión doble. Visión doble que la niña nunca contó porque no sabía lo que era aunque viera raro. El cerebro que a esa edad es tan plástico, se adaptó lo más rápido que pudo para eliminar esa situación visual incómoda. En una evaluación visual más completa que le hizo otro oftalmólogo dilatando pupila encontraron una hipermetropía que no llevaba compensada y que era responsable de que la niña metiera un ojito hacia dentro. Unas bonitas gafas que a ella le encantaban, permitió que sus ojitos miraran al frente y que su visión se desarrollara con normalidad.
- ”Hace unos meses fui a ver una película en 3D y no la disfruté nada. Me pareció muy incómoda verla. La primera media hora estuve con mareos y sin saber muy bien qué veía. Me quitaba las gafas para ver si la sensación desaparecía pero era incluso peor. La semana pasada volvía intentarlo para comprobar si aquello fue algo pasajero, pero sigo viendo raro las películas 3D. El oftalmólogo me ha dicho que tengo un problema en mi fusión y no tengo muy claro qué es o cómo solucionarlo.” TERAPIA DE EFICACIA VISUAL. Este chico, tenía un problema de coordinación de ambos ojos y una situación artificial como una película 3D, no podía soportarla. La terapia visual, fortaleció esta habilidad visual y ahora disfruta como un enano estas películas.
Otros pacientes lo que me dicen “es que no ven la diferencia en las películas 3D porque las ven como las películas normales”. Estas personas adultas suelen suprimir un ojo, es el caso de estrabismo o ambliopías que nunca han utilizado uno de sus ojos y se dan cuenta al ver estas películas. En el caso de los niños, a veces nos ayudan a detectar estrabismos y ambliopías no detectadas antes.
Sí tenéis más dudas, podéis visitar el blog de Rosina Uriarte “PADRES CON ALTERANTIVAS” , donde podréis leer más experiencias contadas por los propios padres que no sólo han pasado por estas terapias, sino también por otras (terapias auditivas, terapia ocupacional, osteopatía, etc.).