Soy mucho de hacerme castillos en el aire. Fantasear, imaginar cosas que van a pasar y no pasan, vivir de ilusiones, confiar en exceso en las probabilidades de éxito.
¿Y sabéis que? Que no me canso. Que fuera del castillo cuando se desvanece hay imágenes preciosas, escenarios de cuento que van mucho más allá de las murallas y de la piedra.
Así que no. No me canso. No me canso.