No me equivocaré mucho seguro, si al pensar en Raúl Pérez, reconocido el año pasado como mejor Enologo del Mundo (Le Grand Tasting Shanghai 2016 ) se me viene la imagen de cómo Obelix cae en la marmita del druida Panoramix, y consigue así sus superpoderes. Este ilustre berciano, apodado El Niño (quien lo diría con sus barbas de profeta) poseedor de un talento/magia de viejo druida , es uno de los mejores embajadores de los vinos bercianos,y un cotizado asesor para muchos proyectos vinícolas en el país. Magia tendrá que hacer con la mencia de este 2017, que ha sufrido una bajón de producción de un 30% por las heladas de abril en el Bierzo . Seguirle la pista a sus vinos es tan complicado como conocer las bajas romanas en un encuentro con los irreductibles gálos, pero siempre que podemos nos acercarnos a él, como en este vino de su alma mater Castroventosa.
Foto extraida del blog http://blogasterixgalo.blogspot.com.es/