No he querido mirar la fecha de la última entrada publicada, ya que este ultimo mes , entre vacaciones y ciertas variaciones nada orquestales , decidí alejarme un poco del blog , buscar aire fresco y recuperar un poco de mi mismo, de las razones por las que empecé a escribir ; este agosto he viajado en barco por lugares maravillosos, desde Venecia a Florencia , desde Roma a Dubrovnic, y en todos ellos he visto la pasión de sus gentes por sus vinos , en especial en esta ciudad croata que parece buscar abrirse camino en la competencia internacional ; de lo poco que en el mar echaba de menos, era alguno de los vinos guardados en mi vinoteca , ya que las condiciones en las que se servía el vino en el barco, caro y malo, no son reproducibles sin enrojecerse bastante ; no obstante , esa ley seca autoimpuesta , me ayuda a volver a tener sed de vino , a volver a desear beberlo, y a volver a tomar impulso para escribir nuevas entradas .
Mis lecturas náuticas volvieron a lo que realmente me ayuda e inspira, a falta de musas , los grandes trágicos , a cuyos personajes preguntó en sueños sobre sus elecciones vitáles , como a Antigona o Edipo ; en mi colgante siempre dos medallas, una en honor a mi diosa Atenea , protectora del blog , y otra un Fenix, que me recuerda siempre por qué empece esta web , y cuyos ojos hoy me miraban , ya rojos de ira, gritándome ¡¡vuelve maldito Efialtes!!
Así que hoy os traigo un vino del Bierzo, elaborado por Bodegas Castro Ventosa de la mano del profeta (sus barbas lo atestiguan) Raúl Perez ; el vino lo adquirí en una tienda ecológica, aunque no me consta que pueda ser denominado tal ; Castro Ventosa Mencia 2010 es un vino joven procedente de Valtuille de Abajo , sin crianza en barrica ; presenta un color rojo picota de capa media alta, ribete grana y un buen lagrimón para sus 14 º C , con la presencia de un vino mucho más joven ; en nariz limpio y franco, fruta roja madura , cerezas y alguna nota herbácea como de monte bajo, muestra notas muy frescas a pesar de sus años, buena intensidad ; en boca buena entrada, marcada fruta roja, acidez muy baja o muy bien integrada, a veces dudo, cuerpo medio y persistencia medía, notándose algo en boca cierta mineralidad, con un final marcado por alguna nota herbácea, que no achaco tanto al vino, sino a haber estado meses cubierto de polvo, en un estante de una tienda de alimentación ; un vino joven que nos recuerda lo que debería ser, una muestra de su añada , sin artificios madereros y, en este caso, una buena longevidad. Buena RCP, me costó 6 €.
R.
Blog Bodega Ateneo