Cata de Vinos de Península Wines en la Bienal Burgos Capital del Vino

Aún me debes una entrada, me dijo el bueno de Tao Platón, detrás de su mesa en la edición de 2022 de la Muestra de Vinos servida por los bodegueros, que se suele celebrar cada mes de octubre en Burgos, y que este año, con la capitalidad de Aranda de Duero, como ciudad europea del vino, tiene en el domingo una segunda edición en la ciudad ribereña. La muestra se celebra en los ampliados almacenes de Alma Vinos Únicos, y nunca les daremos las gracias suficientemente a Paco Berciano y a Maribé Revilla, por traernos un evento tan descomunal a una pequeña ciudad como es Burgos.

Pero volvamos al comienzo de la historia, o a la última vez que vi a Tao por Burgos. Era el 23 de julio, y la Bienal Burgos Capital del Vino estaba cerrando su edición. Como ya comenté en su momento, de esta cata me enteré ese mismo día, y tirando de contactos y empeñando lo que queda de mi alma inmortal, logré un asiento de puro milagro, aunque me hubiera quedado fuera de la cinta por ver qué habían preparado Pilar Cruces y Tao Platón. Allí, en un templete de orquesta del S. XIX, nos esperaba la música de David Bowie como un maridaje de los vinos que nos trajo el nómada de Tao Platón, en su proyecto Península Wines.

Arrancó la cata con el vino Oveja Blanca 2021, un monovarietal de moscatel de grano menudo, de la Bodega Fontana Bodegas y Viñedos, precioso color dorado pálido, amable punto dulce, muy floral y fresco, con un recuerdo seco final muy interesante, un buen punto de partida y una interpretación de la moscatel fuera de lo habitual. Tras él, pasamos a probar el Txakoli 2021 Vino Atlántico, un monovarietal de hondarribi zerratia, procedente de una única parcela, bajo el marchamo de la D.O. Bizkaiko Txakolina. Mis notas me hablan de un vino que le costó arrancar en nariz, con algunas notas metálicas, de acero, hasta que se abrió del todo; en boca buena entrada, acidez muy equilibrada, con bastante largura y estructura, siendo mi blanco favorito de la cata, y eso que he probado muy pocos txakolís.

Después fue el turno de Las Parcelas Viura 2020, monovarietal de viura, procedente de viñedos de más de 80 años, en la Rioja Alavesa, en los municipios de Laguardia, Leza y Samaniego. Discreta nariz, con una buena entrada en boca, con un leve punto dulce, seguramente de su breve paso por barrica francesa seminueva, cuerpo medio, bastante largo y muy interesante. La música de Bowie atronaba ya, y el calor de la tarde de julio en Burgos empezaba a hacer que mis renglones empezasen a viajar como la cotización del Bitcoin. Aprovecho aquí para saludar y dar las gracias a Beatriz, mi compañera de mesa, nos lo pasamos genial, y me encantó volver a verla tras tantos años.

Cerramos la cata con el último de los vinos, Skin Contact 2019, en este caso un orange wine elaborado con uva albariño, procedente de un viñedo ecologico en Cuenca, a una altitud cercana a los 900 metros, tras una maceración con sus pieles de 6 meses en depósitos de inox. Mis notas cuentan recuerdos a té, jenjibre, una curiosa nariz, con un color ámbar pálido, entrada sutil en boca, piel de naranja, abriéndose con muy buena presencia, directo, persistente, me gustó mucho y afianza esas producciones, cada vez más habituales, de vinos naranja de calidad. Su punto ecléctico maridaba bien con la música del genio de Brixton, Bowie, aunque no le perdonaré a Pilar que no incluyese mis favoritas de Bowie, pero solo podían ser 4 (guiño guiño).

Sé que muchos ya lo conocéis, pero no viene mal recordar aquí el podcast que realizan, a cuatro manos y dos bocas, Pilar Cruces y Tao Platon, en el CAB de Burgos; os dejo aquí el enlace de Lust For Wine, un podcast con mucho arte, porque, aparte de que siempre es interesante oír y aprender de los que saben, este podcast representa muy bien la estrecha relación que existe entre el arte y el vino, una relación más allá de las modas, y que siempre nos genera, a los oyentes y a los fieles que acudimos a la grabación en directo, unas ganas locas de perdernos por las exposiciones del Centro de Arte Contemporáneo de Burgos. Confío que, ahora que las vendimias se han acabado, el podcast vuelva a arrancar, y cuando Tao me vuelva a ver, me diga eso de: es cierto, un Lannister siempre paga sus deudas.

Gracias Tao por demostrar, con tus vinos, que no se puede solo estar siempre en la trinchera, sino que hay que evolucionar en el mundo del vino, desde el propio vino, ser proactivo en las reformas de este mundo sin ley. Ojalá muchos #winefakers lo entiendan algún día.

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