Cuadros vichy (me encantan), mucho top de crochet o de punto calado (otra prenda que tengo muchas ganas de tener en mi armario para combinar con shorts vaqueros o jeans largos), flecos (hace mil años tenía una cazadora en ante similar a la del catálogo, y la acabé tirando porque me parece hortera a más no poder - ains, esos pecados de juventud) y, por supuesto, flores.
Los estilismos recuperan el camel que tanto se ha llevado este invierno para combinarlo con rojo y blanco.
Tampoco faltan las prendas de inspiración marinera, los lunares, las rayas y los monos.
Y algunas prendas con aire retro que nos recuerdan los años 70.