Este pequeño marco, viejito y desvencijado, se ajustaba muy bien a las medidas de una de las estampas. Solo tuvimos que encolarlo...
..., y pintarlo en color blanco.
También lo lijamos un poco, lo suficiente para darle juego...,
..., y que luciera más garboso a la hora de presentarle a su nueva pareja
Están encantados el uno con el otro, y nosotras, casi sin comerlo ni beberlo, tenemos cuadrito nuevo...
¡FELIZ FIN DE SEMANA!