El tener mal aliento además de afectar al que lo padece en su vida social, puede ser una señal de que se padece alguna enfermedad grave.
Es normal tener mal aliento tras varias horas de sueño o después de comer ciertos alimentos (cebolla, ajo, chorizo etc..). Pero en esos casos, el mal aliento es transitorio y desaparece al cabo de unas horas .
Sin embargo, si notamos que ese mal aliento permanece tendremos que prestarle una mayor atención porque puede deberse a algún trastorno.
¿Qué puede causar una halitosis?
Las causas más comunes de la halitosis persistente son una higiene bucal deficiente, el consumo excesivo de alcohol y tabaco, y la ingesta de ciertos fármacos (antibióticos, antidepresivos, antihistamínicos, diuréticos, antihipertensivos, descongestionantes) que provocan gran sequedad salival, con la consecuencia de un mal aliento.
Por otra parte, si además de una mala higiene dental tenemos caries que se hayan infectado, o se produce la perforación de un diente, la halitosis aumentará considerablemente.
Por eso, lo primero que debemos hacer es acudir al dentista, porque muchas halitosis provienen de dientes y encías.
Otras causas
- Sinusitis- Una gripe, un resfriado mal curado, una alergia crónica, pueden generar una sinusitis. Además de dolor de cabeza, congestión nasal, y secreción nasal..... otro de los síntomas de la sinusitis es el mal sabor de boca y el mal aliento.
- Diabetes- Si el aliento adquiere un olor similar al de las manzanas podridas puede ser consecuencia de que el metabolismo de la glucosa funciona mal. Es decir, que la persona padece una diabetes. La halitosis, en este caso, se acompaña de otros síntomas como pérdida de peso o sed constante.
- Problemas renales- Los pacientes con insuficiencia renal pueden tener un aliento con olor parecido al del amoniaco o el pescado. Otras manifestaciones de la enfermedad renal son la hipertensión, picor generalizado, náuseas, entre otros.
- Obstrucción intestinal- El afectado de esta dolencia, además de sufrir fuertes dolores intestinales, vómitos, diarrea y estreñimiento, suelen tener un aliento con olor a heces.
- Afecciones del hígado- En caso de cirrosis hepática u otro tipo de insuficiencia del hígado el paciente puede presentar un aliento con un fuerte olor.
Si el mal aliento no proviene de alguna patología , estas medidas resultan eficaces:
- Cepillarse los dientes y el dorso de la lengua tres veces al día.
- Acudir al dentista para descartar caries, sarro o placa bacteriana.
- Usar seda dental entre los dientes y algún colutorio.
- Masticar chicles sin ázucar cuando no sea posible cepillarse los dientes (cuando nos encontramos fuera de casa).
- Tomar infusiones de menta-poleo o regaliz y masticar hojas de menta.
- Consumir cítricos. Estimulan la producción de saliva, al igual que beber mucha agua.
Ana Hidalgo