A menudo te habrá llegado que para que las cosas fluyan es importante “Ceder el Control“, ya que el Universo nos depara aquello que necesitamos para nuestro aprendizaje, nuestra evolución y nuestro bienestar. Por otro lado, cada uno de nosotros somos responsables de nuestros actos, pensamientos y decisiones y la aceptación de esa responsabilidad sólo puede hacerse si uno es consciente de “tomar las riendas de su vida”.
Entonces qué: ¿cedo el control? o ¿tomo los riendas?, parece contradictorio, eh?
Pongamos un ejemplo muy simple: supongamos que llega a ti por diversas vías (un libro, artículos de prensa, el comentario de un amigo, una película…), un mensaje que te hace pensar que no debes comer chocolate. Te has dado cuenta de como se ha repetido el mensaje en los últimos días y como estás abierto decides ceder el control sobre tu propio deseo y dejar de comer chocolate (eso que te encanta!).
Depende de tu evolución actual trabajarás más desde la obediencia y poco a poco irás integrando el aprendizaje. Sea cual sea tu situación, está bien, porque estás tomando conciencia de ella.
El objetivo de vida no es aprender a ser obedientes, sino conscientes.