Qué ganas tenía ya de retomar el curso de Pixlr, y es que estamos a punto de concluirlo. De hecho, hoy vamos a ver lo último que nos queda para conocer el programa y las próximas semanas nos dispondremos a conocer trucos para editar las fotos.
Así que, con todo lo que hemos visto, ya sois capaces de hacer unas ediciones chachis :D Y más con lo que vamos a ver hoy. Y es que las máscaras de ajustes nos van a salvar la vida en muchas ocasiones.
Para enseñaros a usarlas, voy a usar un ejemplo. Y es el de esta fotografía que está quemada. Las fotos quemadas tienen partes que no son recuperables porque han estado demasiado tiempo expuestas, quedando como resultado zonas blancas (con mucho mucho brillo).
Es muy común que ocurra con los cielos y con las zonas en color blanco o muy clarito. Sin embargo, hay veces que nos gusta esa foto y no nos apetece descartarla. Pues bien, hay una manera de evitar tener que decir adiós a esa foto.
Y la forma de hacerlo es trabajar por zonas. Es decir, hacer los ajustes que estimemos oportunos a una determinada parte de la fotografía sin que el resto se vea afectada.
Para las fotos quemadas yo lo que hago es jugar un poco con el brillo y la exposición, haciendo que la zona quede en un color más soportable a la vista. Repito, las partes quemadas no son recuperables porque se ha perdido toda la información; pero haciendo estos cambios conseguiremos disimular este problema.
Y para esto, se inventaron nuestras queridas amigas las máscaras de ajustes. ¡Vamos a ver cómo funcionan!
Lo primero que hacemos que abrir nuestra fotografía con Pixlr Editor. Una vez dentro, vamos a duplicar la capa fondo (o sea, la foto) poniéndonos sobre ella → clic con el botón derecho → duplicar capa. Nos quedará así:
En este momento, vamos a hacer los ajustes necesarios. Normalmente, lo primero que vamos a hacer es bajar el brillo unos cuantos puntos y veremos como las zonas quemadas se vuelven de un color grisáceo (bueno y el resto de la fotografía).
No nos debemos fijar en las zonas que están correctamente expuestas, sólo en las partes quemadas, porque al aplicar la máscara de ajustes nos quedaremos sólo con esa parte.
Cuando estemos contentos con el resultado, nuestra edición tendrá está pinta:
Vemos que la zona de los platos, que antes hacía daño a la vista, se ha suavizado. Ahora es el momento de empezar a trabajar con la máscara de ajustes.
Nos colocamos sobre la capa que hemos duplicado (Fondo copiar) → clic con el botón derecho → Agregar Máscara de Capa. Veremos que la fotografía vuelve a ser la original, no preocuparse!
Ahora en el menú de herramientas de la izquierda, seleccionamos el pincel. Arriba en el menú de opciones de las herramientas variamos su diámetro hasta ajustarlo a la medida que deseemos.
Vamos pintando sobre la zona de la imagen que queremos corregir, en este caso sobre los platos quemados. No pasa nada si nos salimos o no queda perfectamente definido, eso lo arreglaremos después, vamos a hacerlo a grandes rasgos.
Vemos que nos está quedando un churro impresionante, así que tenemos que mejorar los bordes y hacer que parezca que ni hemos tocado la foto. Para ello vamos a usar el zoom para trabajar de una manera más precisa.
Nos vamos colocando sobre los bordes y mediante el pincel (al cual le hemos disminuido mucho el diámetro para que sea más preciso) vamos pintando la zonas que nos hemos dejado.
Si por el contrario, ha habido alguna parte en la que nos hayamos pasado, escogemos la herramienta borrador y de igual forma borramos los trazos sobrantes. Intentaremos dejar los bordes lo más perfecto posible.
Y me diréis, sigue siendo una patata! Pues sí, pero ahora llega el momento de armarnos de paciencia (y de tiempo) y ponernos a hacer que no se noten nada esos bordes.
Para ellos, seguimos trabajando con el zoom y el pincel y el borrador; salvo que esta vez, va a entrar en juego la opacidad de estas dos herramientas. Vamos a poner a ambas con una opacidad menor al 10% (aunque es algo que depende de la foto, generalmente el valor debe ser cercano a este).
Y jugando con la combinación de ambas herramientas haremos que los bordes queden difuminados y se integren perfectamente en la imagen de manera que no se note el cambio.
La primera vez que se hace, lleva horrores de tiempo (y no exagero nada!) pero a medida que coges soltura con las herramientas, el proceso se hace más corto porque ya sabes cómo jugar con la opacidad, el pincel y el borrador.
Una vez hecho todo esto, ya podemos ponernos con el resto de la edición de la fotografía. Recordad que siempre, lo primero de todo, va a ser arreglar las partes de la imagen que no nos gusten con las máscaras de ajustes.
Et voilà! El resultado final:
Impreceptible ¿verdad? :D Pues ya tenéis el truquillo para "arreglar" una foto quemada.
Y ya de paso hemos aprendido a usar una máscara de ajustes, aquí el resumen:
• Depende de lo que haya que arreglar, armarse de paciencia
• Duplicar la capa fondo (la foto) y hacer los ajustes oportunos para una determinada zona de la imagen (fijándonos únicamente en ella)
• Colocarnos en dicha capa y agregar una máscara de ajuste
• Mediante la herramienta pincel y borrador delimitamos la zona en cuestión
• Haciendo uso de la opacidad de estas herramientas hacemos que la máscara (el ajuste) se integra en la foto.
Espero que os haya sido muy útil (os aseguro que lo es) :D:D En las futuras lecciones nos veremos hablando de algún truquillo más y de algún efecto chulo que dar a nuestras fotos.
Pero lo básico e importante del curso está dado! Deseo que os haya gustado mucho y si es así (o tenéis cualquier duda/problema) me dejáis un comentario. Ya sabéis que ahora estoy con un cúmulo impresionante de correos y dudas pero responderé, lo juro! :P
Pasad un viernes chachi!!! Besotes muy fuertes! Laura