Ceguera en los gatos

Por Jgallego19

La ceguera en los gatos puede hacer que cambien de personalidad, les cambie la apariencia de los ojos, y también que se acerquen mucho más al suelo para poder ver mejor.

Signos de la ceguera

Como propietario, debes haber notado cambios de comportamiento o incluso cambios en el aspecto de los ojos de tu gato. Deberás observar atentamente si tu gato…:

  • Camina en cuclillas, manteniendo su cuerpo mucho más cerca del suelo que antes.
  • Camina por el borde de la habitación o el jardín, en lugar de por en medio de ellos como lo hacía antes.
  • Renuncia a saltar, aunque puede ser aún capaz de saltar sobre algunas cosas.
  • Tiene mucha menos confianza en sí mismo que anteriormente.
  • Tiene menos confianza en la penumbra.
  • Su personalidad va cambiando, volviéndose más tranquilo o temeroso.
  • Tiene un cambio en el aspecto de los ojos, que pueden ser rojos o nublados.

Posibles causas

La visión es un sentido de gran importancia para los gatos; se utiliza para la orientación, la caza y la interacción con otros gatos y demás animales.

La pérdida de visión puede ocurrir debido a una enfermedad, algún traumatismo, cualquier toxina o a una deficiencia dietética.

Los veterinarios deben proporcionar un diagnóstico rápido y preciso, para así poder suministrarle al animal el tratamiento adecuado para su tipo de enfermedad.

Hay muchas razones por las que un gato puede llegar a ser ciego. Un historial completo, junto con un examen ocular minucioso y físico pueden revelar la causa.

Las causas mas comunes son:

  • Hipertensión arterial sistemática. Es una enfermedad infradiagnosticada (mal diagnosticada). Por lo general, si un gato adulto presenta ceguera debido a una hipertensión, tendrá las pupilas ampliamente dilatadas, algún derrame de sangre o hemorragias en la retina. La hipertensión puede ser primaria o secundaria. Después del tratamiento es posible que el gato consiga recuperar algo de visión, aunque eso depende de varios factores. 
  • Cataratas. Una catarata es una opacidad del cristalino del ojo. No son muy comunes en los gatos, pero se pueden producir como resultado de alguna lesión penetrante en el cristalino o un traumatismo cerrado del ojo. También pueden ser congénitas. En algunos casos pueden ser eliminadas quirúrgicamente utilizando la facoemulsificación.
  • Traumatismos. Las formas más comunes de lesiones que un gato puede sufrir son un traumatismo cerrado, como accidentes o traumatismo por penetración de un objeto afilado, como una uña. Todas estas posibilidades pueden dar como resultado la rotura de globo ocular, el desprendimiento de la retina, la luxación del cristalino, cataratas, hipema (presencia de sangre en la cámara anterior del ojo), y puede conducir a un glaucoma secundario.
  • Glaucoma. El glaucoma es el resultado de una presión intraocular elevada. Los daños de la alta presión de las delicadas células ganglionares de la retina hacen la visión mas pobre, hasta llegar a causar la ceguera. A pesar de que el glaucoma es una enfermedad dolorosa, el gato puede mostrar sólo signos sutiles. Hay diversos grados de glaucomas. La única manera segura de diagnosticar el glaucoma es mediante una tonometría (procedimiento consistente en medir la tensión de un líquido que se encuentra alojado en una cavidad).
  • Uveítis. La uveítis es una inflamación del tracto uveal, que comprende el iris, el cuerpo ciliar y la coroides. La uveítis es el diagnóstico mas común y rápido de diagnosticar.
  • Úlcera corneal y endoftalmitis. Las úlceras corneales que no son tratadas con éxito pueden resultar en la ceguera debido a una mala cicatrización corneal o por las consecuencias de la inflamación.
  • Neoplasia ocular. También llamada melanoma, es un tipo de tumor ocular. El tumor ocular más común en los gatos es el melanoma, y el segundo más común es el linfoma. Ambos pueden causar uveítis secundaria o glaucoma, que pueden conducir a la ceguera. En algunos casos, podría se posible una aspiración con una aguja fina o una biopsia, y en otros casos se indica enucleación (extirpación del globo ocular) para tratar de prevenir la metástasis.
  • Degeneración de la retina. Puede ocurrir como resultado de las deficiencias en la dieta, toxinas o enfermedades hereditarias.

Evaluación de un gato ciego

  • Respuesta a la amenaza. Deberás hacer un movimiento amenazante para cada ojo, con cuidado de no tocar al gato o crear una corriente de viento. La respuesta normal es que el animal abra y cierre el ojo.
  • Seguimiento. Una luz de láser moviéndose rápidamente en el suelo o la pared frente al gato, o dejar de caer bolas de lana desde una determinada altura al lado del gato. Normalmente el gato no puede resistirse a seguir permanentemente el movimiento y cuanto más rápido, más le gusta al animal.
  • Deslumbramiento. Al emitir brevemente una potente luz en cada ojo, la respuesta normal del animal será un parpadeo (aunque sea parcial) y aversión de la cabeza. Un resultado negativo al deslumbramiento confirma la ceguera.

Cuidados de un gato ciego

Todos los posibles cuidados dependen de si la ceguera ha sido una experiencia gradual o repentina. Un gato que se vuelve repentinamente ciego puede estar confundido y estresado, y por tanto necesitará tranquilidad y un manejo suave.

Los gatos que se convierten ciegos poco a poco, se habrán ido adaptando con el tiempo pero el propietario puede ayudarle a hacer la vida más fácil al animal.

Tu gato puede estar seguro y tranquilo en casa, pero estará más preocupado cuando está lejos. Por ejemplo, si le tienes que llevar al veterinario no debes dejarle en una sala de espera donde haya perros ladrando, ya que le harás pasar un mal rato y se sentirá muy inseguro.

Si tu gato llega a tener que estar hospitalizado, debe estar en una zona tranquila, donde se eviten ruidos fuertes.

Es muy importante que, si tu gato está perdiendo visión progresivamente, mantengas el orden actual del mobiliario en el hogar, ya que al animal le costará mucho familiarizarse a los cambios.

Con la pérdida brusca de visión, lo mejor que puedes hacer por el animal es proporcionarle una habitación donde viva él solo, con sus alimentos, agua, cama y su caja de arena. Todo ésto deberás colocarlo en lugares adecuados y, sobre todo, mantenerlo en el mismo lugar, ya que proporcionarán un punto de referencia muy útil; de lo contrario, el gato puede desorientarse.

Si tienes jardín, puedes cerrarlo para que el gato ciego pueda también estar al aire libre sin tener ningún problema y que se sienta en un ambiente seguro y controlado.

La seguridad en el hogar se puede mejorar mediante el bloqueo de los peligros potenciales, como chimeneas, cornisas, ventanas y balcones. Las puertas que dan al exterior y todas las ventanas deben mantenerse cerradas, ya que el gato ciego todavía puede ser aventurero.

A la mayoría de los gatos les gusta estar en alto, a una altura considerable, y ésto sigue siendo así aunque el gato esté ciego.

Dueño y gato

Es importante que, como propietario, proporciones compañía al animal y te tomes tiempo suficiente para interactuar con él, a través de las caricias o el juego. La mayoría de los gatos ciegos son sorprendentemente cariñosos y siguen siendo muy juguetones, por lo que disfrutan realmente de la estimulación con los juguetes.

Los juguetes con campanas o sonajeros son útiles para que el gato los pueda seguir.

Es importante que el gato siga una buena nutrición y una atención preventiva de la salud, como lo hacía antes de que perdiese la visión.

Deberás seguir llevándolo al veterinario, ya que además de los necesarios exámenes médicos, se deberá seguir tratando la causa subyacente de la ceguera, para vigilar las complicaciones como el glaucoma y proporcionar apoyo continuo a tu mascota, y así hacer que su vida sea lo más saludable y plena posible.

Los gatos ciegos pueden tener una vida muy feliz y saludable, con un poco de ayuda de sus dueños.