#60
En el invierno, los animales no se aparean.
Preserva tu Tao
Preservando tu esencia.
Seguimos el Tao del universo con gran esfuerzo, pero el Tao también está dentro nuestro. No es algo abstracto, algo conceptual. Nuestro Tao personal es nuestra mismísima fuerza de vida. Esta energía comienza con lo físico y se extiende en lo espiritual.
La fuente de esta energía es en parte química: nuestras hormonas, la nutrición de los alimentos, y la genética. Lo que sea que tengamos de espiritual surge de estas sustancias. Los seguidores del Tao le llaman a esto la esencia. La preservación de esta esencia a través de la conservación sexual es crucial. Esto no significa la supresión de la sexualidad, porque el impulso de hacer el amor es natural e irreprimible; significa armonizar la sexualidad con la espiritualidad.
Los seguidores del Tao hacen el amor acorde a las estaciones. En invierno, debería ser menos o nada en absoluto; en primavera, puede ser a su máxima frecuencia. Los jóvenes deberían restringirse a aproximadamente una vez cada tres días, mientras que los de mediana edad deberían reducirlo a una vez por semana, y los ancianos a incluso menos que eso. El secreto es no darse demasiado en el gusto, sin matar del todo la propia sexualidad. La excesiva indulgencia es un desperdicio de los propios recursos. La supresión mata al cuerpo en sus niveles más básicos.
La meditación de hoy para el hemisferio norte es la #242, Corazón vía: VivirTao
#242
Corazón
Imagina tu corazón como un loto abierto
Desde su centro sale un niño carmesí, Puro, virginal e inocente.
Una meditación da esta instrucción:
Imagina tu corazón abriéndose en un rojo loto.
Desde su centro sale un niño carmesí.
Saca a ese niño de tu cuerpo e imagina que él o ella flota sobre tu cabeza.
Mantén esta imagen por tanto tiempo como puedas.Es difícil sacar a ese niño. Cuando tratas, te das cuenta de cuántas defensas has construido alrededor de ti.
En el invierno, los animales no se aparean.
Preserva tu Tao
Preservando tu esencia.
Seguimos el Tao del universo con gran esfuerzo, pero el Tao también está dentro nuestro. No es algo abstracto, algo conceptual. Nuestro Tao personal es nuestra mismísima fuerza de vida. Esta energía comienza con lo físico y se extiende en lo espiritual.
Los seguidores del Tao hacen el amor acorde a las estaciones. En invierno, debería ser menos o nada en absoluto; en primavera, puede ser a su máxima frecuencia. Los jóvenes deberían restringirse a aproximadamente una vez cada tres días, mientras que los de mediana edad deberían reducirlo a una vez por semana, y los ancianos a incluso menos que eso. El secreto es no darse demasiado en el gusto, sin matar del todo la propia sexualidad. La excesiva indulgencia es un desperdicio de los propios recursos. La supresión mata al cuerpo en sus niveles más básicos.
La meditación de hoy para el hemisferio norte es la #242, Corazón