Un estudio llevado a cabo en la Universidad de
Copenhague, que acaba de publicarse en la revista Nature
Cell Biology, muestra cómo los investigadores usando células
madre humanas pueden producir células productoras de insulina que en el futuro
pueden ser trasplantadas a pacientes con diabetes. El descubrimiento ayuda a
hacer que las células beta productoras de insulina sean más eficientes. Estos
procesos están controlados principalmente por la llamada vía del factor de
crecimiento epidérmico (EGF) que controla tanto la formación de tubos como las
células beta a través de cambios de polaridad. Por lo tanto, el desarrollo del
progenitor pancreático en las células beta depende de su orientación en las
tuberías. Es un mecanismo realmente sorprendente y simple, y al afectar la
llamada polaridad de las células progenitoras podemos controlar su conversión
en células beta. El estudio se basa principalmente en pruebas realizadas en
ratones, pero los investigadores decidieron examinar si el mismo mecanismo se
puede encontrar en las células humanas. Los investigadores esperan que la
regulación de la polaridad celular sea clave para el desarrollo de muchos otros
tipos de células humanas, por ejemplo, las células nerviosas. Esto puede
contribuir al desarrollo de la terapia con células madre dirigida a otras
enfermedades.