Cenas ligeras, saludables y ricas en proteínas

Por Anahigemma @anahigemma

¿No os ha pasado a veces, después de un duro día de trabajo y a pesar de llegar hambrientos a la hora de cenar, no os apetece cocinar? Seguramente sí. Y como solución fácil, quizá algunos de vosotros optéis por un bocadillo, una pizza o un plato pre-cocinado (lasaña, canelones, etcétera).

A pesar de ser la solución más rápida para saciar el apetito, no es ni la opción más saludable, ni mucho menos la recomendable. Sino todo lo contrario.

Puesto que por la noche no vamos a tener la misma actividad física que durante el día, no es conveniente mandarle al cerebro ciertas substancias que lo estimulen (azúcares simples). Cenando ligero, descansaremos mejor. Por otra parte, si además le añadimos grasas será mucho más difícil quemarlas por la poca actividad.

Los alimentos que se deben evitar tomar por las noches son:

Precocinados: lasaña, pizza, canelones, etc.

Fritos y rebozados: Croquetas, empanadillas, San Jacobo, etc.

Embutidos grasos: chorizo, salchichón, mortadela, tocino, etc.

Legumbres y verduras indigestas: col, coliflor, alcachofas, etc.

Salsas con exceso de grasa: nata, mantequilla, manteca, tocino, quesos fuertes.

Dulces, bollería, chocolate.

Alimentos ricos en azúcares como algunas frutas (a pesar de lo que muchos pensamos, no es bueno el consumo de fruta por la noche), y en todo caso, debemos optar por naranjas, manzanas, fresas, piñas y peras.

Pan, pastas o cereales refinados ya que estos alimentos suministran energía de fácil asimilación y utilización. En todo caso, deben elegirse los cereales integrales, con moderación.

Por el contrario, se recomienda que durante la noche se tomen alimentos ricos en proteínas ya que estos favorecen:

Un sueño reparador y dormir descansando.

Recuperación metabólica, reconstrucción proteica y regeneración muscular.

Producción de hormonas que sintetiza nuestro organismo con el fin de prevenir el envejecimiento.

Si durante la noche no se consumen proteínas o escasamente, pueden aparecer alteraciones del sueño y descenso del metabolismo, aumentando la dificultad para perder peso.

Una de las opciones más saludables para cenar es tomar una ración de pescado, ya sea blanco o azul, (o carne baja en grasa como, por ejemplo, pollo, pavo, ternera) cocinado siempre a la plancha, al vapor, cocidos o al papillote (técnica que se basa en envolver los alimentos en papel de barba o aluminio y someterlos a una cocción corta en el horno a una temperatura media). Con un máximo de 1 cucharada de aceite de oliva.

Para los que no coméis carne, podéis optar por tempeh, tofu, carnita o quorn. Todas estas algunas de las opciones ricas en proteínas vegetales. Son sencillas de preparar y exquisitas al paladar.

Como acompañamiento, nada mejor que una ensalada con tomate, hojas verdes, semillas, apio, rábanos, o bien un buen plato de verduras cocinadas al vapor, cocidos o al papillote. Y como postre, un yogur (sin azúcar).

¿Y vosotros? ¿Llegáis a la hora de la cena hambrientos? ¿Qué soléis cenar? ¿Tomáis suficientes proteínas por la noche? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!

Besos desde mi blog!!!

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