Los talleres de estimulación cognitiva son básicos para mantener las funciones básicas de los enfermos
Associació De Familiars De Malalts D'alzheimer De Barcelona
El Centro de respiro Rosa de Abril se encuentra en Sant Pere i Sant Pau, en la planta baja del nuevo casal de jubilados –recientemente inaugurado, tambièn–, un espacio de 300 metros cuadrados cedido por el Ayuntamiento de Tarragona que permitirà a los educadores, trabajadores del centro y a los mismos usuarios trabajar y hacer terapia en mejores condiciones de lo que lo hacìan hasta hace bien pocas semanas en el centro cìvico del barrio. La puesta en funcionamiento de las nuevas instalaciones ha sido determinante para ampliar el nombre de talleres cognitivos y las actividades de estimulaciòn que se dirigen a las cerca de 60 personas que, diariamente, se benefician del servicio. Esperanza ante la crisis
El presidente de l'Associaciò de Familiars de Malalts d'Alzheimer de Tarragona, Jaume Solè, se muestra muy satisfecho por el cambio de ubicaciòn y recuerda las mil y una dificultades que han tenido que pasar –por ejemplo, una oleada de robos cuando estaban en la sede de la Cooperativa Obrera Tarraconense– hasta llegar a este punto y disponer de un local digno con el que poder ofrecer “un servicio màs que digno a mucha màs gente”. En este sentido, Solè ha agradecido la colaboraciòn del consistorio y de las empresas privadas que han contribuido para que el proyecto tirara adelante, pese a la crisis. “Una familia con un enfermo de Alzheimer tambièn està sumida en crisis”, ha espetado el presidente de la entidad para demostrar que los enfermos y sus allegados pasan por unos momentos muy delicados, personal y econòmicamente hablando. Segùn Solè, “cada vez es màs necesario que las personas que acaban de ser diagnosticadas puedan contar con centros especializados que les ofrezcan terapias cognitivas con el objetivo de ayudarlas a mantener sus capacidades bàsicas para el dìa a dìa durante el màximo tiempo posible”. Y es que el Alzheimer se manifiesta cada vez con una mayor antelación, con la detecciòn de casos prematuros a partir de los 55 años, aunque el pico de edad se sitùa en los 65. Segùn estadìsticas de la Uniòn Europea, un 33% de las personas de entre 55 y 75 años padeceràn demencia senil, un porcentaje que se eleva al 53% en la franja comprendida entre los 75 y los 85 años. La Vanguardia.com