Para ponernos en marcha, solo necesitamos eliminar las etiquetas y cualquier resto de pegamento que pueda quedar en la botella. Ten en cuenta que queremos que la superficie, una vez pintada, quede lo más lisa posible y si tenemos restos esto no será posible.
Una vez limpia la pintaremos con spray. La primera mano la daremos con una pintura blanca, o una pintura selladora (esta primera mano no tiene por que quedar perfecta). Después de pintar dejaremos secar unos quince minutos, que al tacto no resulte pegajoso, si no dejaremos secar un poco más de tiempo.
Ya tenemos la botella seca, ahora es el momento de empezar a dar el color final que nos gustaría que tuviera nuestra botella. Simplemente tenemos que repetir el paso anterior unas tres veces, para que la pintura cree el cuerpo necesario y la superficie quede lisa y perfecta. Hay que tener cuidado de no dar demasiada pintura, para que no gotee.
Para finalizar le daremos un toque de pintura al culo y al borde de la botella, y dejaremos secar a la sombra.
Fuente Ruffled