Cepillo suave, medio o duro

Por Mrdieta @dieta_peso

Elegir entre un cepillo suave, medio o duro es una cuestión importante y que no debemos tomar a la ligera, ya que puede afectar a nuestra salud bucodental. Quizás pensabas que sólo el café, los caramelos o el tabaco podían ser perjudiciales, la realidad es que un cepillo duro puede ser también malo.

Según los especialistas en salud dental, un cepillo demasiado duro puede ocasionar daños en el esmalte de nuestros dientes, una cubierta que protege el interior del diente (la dentina y la raíz) y que nos permite masticar a diario, razón de más para prestar especial atención a su cuidado.

Curiosamente el esmalte dental es el mineral más duro de nuestro cuerpo, pero no es invulnerable. Malos hábitos como el tabaco o ciertos elementos de nuestra dieta como los refrescos carbonatados, los cítricos, el vino tinto o el café les pueden afectar a largo plazo.

Si además con intención de mantener una buena higiene dental hacemos uso de cepillos con cerdas duras podemos contribuir al desgaste del esmalte dental, haciendo que sea más fino, lo que como es natural le restará fortaleza.

El esmalte dental tiene un espesor más o menos homogéneo pero se hace más fino a medida que se acerca a la encía, si las cerdas de un cepillo duro inciden día tras día con el paso del tiempo el esmalte pierde espesor e incluso la encía se puede retraer y dejar expuesta la raíz, lo cual puede dar lugar a problemas más serios.

Nos lo han repetido una y mil veces cuando éramos pequeños, a lo largo de nuestra vida y cada vez que visitamos al dentista: es muy importante cepillarse los dientes después de las comidas, ahora además sabemos que debemos escoger un cepillo suave o medio, evitar los duros.

Si además no te supone mucho sacrificio, se recomienda evitar los caramelos duros porque erosionan e incluso pueden romper algún diente debilitado, intenta no masticar hielo, y tampoco abuses de los cítricos, del café, ni del té.

La buena noticia es que alimentos como el chocolate negro contribuyen a reforzar el esmalte de los dientes, gracias a la teobromina, al igual que los lácteos por su aporte en calcio, el apio o las manzanas que al parecer ayudan a eliminar la placa o las fresas cuyo ácido málico blanquea los dientes.