- 33
- 28
No cabe la menor duda de que vivimos en una sociedad tecnológica global que nos tiene a todos “conectados”. De unas décadas a esta parte, se ha venido produciendo un gran desarrollo en cuanto a lo que podríamos denominar tecnología de uso cotidiano. Dispositivos móviles, ordenadores, videoconsolas, aplicaciones, redes sociales… están en nuestras vidas para facilitarnos las cosas y están provocando grandes cambios en la sociedad. ¿La tecnología nos hace más felices?
La vida conectada
Actualmente nos encontramos con que cada vez aparecen más problemas asociados al uso de diversos Gadget.
Estamos construyendo el cerebro 2.0
Recientemente, un estudio elaborado por la Universidad de Sussex pone de manifiesto que la
Si te ha gustado este artículo, vamos a pedirte un pequeño favor
WebPsicólogos se presenta a los premios BITACORAS en la categoría MEJOR BLOG DE SALUD
Para ser finalistas necesitamos tu voto. Sólo tardarás 15 segundos en apoyarnos
Para votar:
- Entra en la web de premios Bitacoras 2015
- Haz login con Facebook
- Vuelve a esta página y sigue este enlace: Votar a WebPsicólogos en los premios Bitácoras
- Comprueba que en la categoría salud pone www.webpsicologos.com/blog
- Baja hasta el final de la página y haz clic en VOTAR
Muchas gracias!!
Shares- 33
- 28
También te puede interesar
10 cosas que me ha enseñado Twitter sobre Psicología La vida en Facebook, Twitter, Google plus y otras redes sociales Mujer y alcoholismo Como luchar contra el terrorismo ( y como no) ¿La tecnología nos hace más felices? Alcohólicos Rehabilitados /otras adicciones de Albacete y sus Familiares (ARALBA) Todos nos drogamos (con distintos tipos de drogas) Alcohólicos rehabilitados. WebPsicólogos recomienda (sem. 49)
Diego García García
Licenciado en Psicología por la Universidad de Murcia, he enfocado mi carrera en el ámbito educativo y social. Especialista en psicología aplicada al deporte y psicología infantilLatest posts by Diego García García (see all)
- Cerebro 2.0 ¿Es buena o mala la tecnología para el cerebro? - 16 octubre, 2015